El sistema KIVA, un novedoso método para luchar contra el bullying: "De Finlandia a Aragón"
Las cifras de bullying y riesgo de suicidio en la comunidad aragonesa impulsan nuevas estrategias centradas en la prevención y en el entorno del alumno
Zaragoza - Publicado el
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La comunidad de Aragón se enfrenta a una realidad preocupante: en solo dos meses, se han activado 89 protocolos por acoso escolar y se han abierto 197 expedientes por ideación suicida entre el alumnado.
Estas cifras han encendido todas las alarmas y subrayan la urgencia de abordar un problema que deja una profunda huella en los jóvenes. Aunque existen recursos como el teléfono de apoyo psicológico, la pregunta de fondo persiste: ¿Por qué se produce el acoso y cómo es posible frenarlo antes de que sus consecuencias sean devastadoras?
El acoso escolar y un elemento clave: los espectadores
El acoso escolar o bullying, como explica la psicóloga Natalia Larraz, del Colegio Profesional de Psicología de Aragón, es una forma de violencia entre iguales que se da exclusivamente en el contexto educativo. Se caracteriza por una "asimetría de poder" entre la víctima y el acosador, pero también por la presencia de un tercer elemento clave: los espectadores. Este entorno, que observa la situación, puede "contribuir o diseminar" el acoso, convirtiéndose en una pieza fundamental del problema.
No es casualidad que la mayoría de los casos surjan durante la adolescencia. Según Larraz, esta es una "etapa transicional" de enorme vulnerabilidad. "Supone un revulsivo, un tambaleamiento en nuestra identidad", afirma la psicóloga. Los adolescentes deben asumir una revolución a nivel corporal, cognitivo e identitario, un proceso que genera "inseguridad, inestabilidad emocional y cambios muy grandes", creando un caldo de cultivo para que aparezcan estas dinámicas destructivas.
Contrario a lo que podría parecer, tanto el acosador como el acosado comparten un fondo de incertidumbre y baja autoestima. La víctima suele ser percibida como "el diferente, el raro", convirtiéndose en un chivo expiatorio. Por su parte, el acosador, que a menudo proyecta una imagen de líder con una personalidad fuerte, esconde también profundas inseguridades. "La violencia es la salida para sus propios conflictos internos", señala Larrad.
Si rascas un poquito observarás a una persona con inseguridades, con dificultades y con baja autoestima"
Psicóloga
Kiva, el novedoso método contra el bullying
Ante esta situación, centros como el colegio Antonio Machado de Zaragoza han decidido pasar a la acción. Este curso han comenzado a implantar el programa KIVA, una metodología de origen finlandés diseñada en la Universidad de Turku.
No al bullying
Beatriz Domecq, directora del centro, explica que la iniciativa surge de "querer mejorar, en especial el tema de la convivencia escolar", y de la necesidad de dar herramientas al profesorado, ya que, como reflejan las estadísticas, solo un 5,6 % afirma haber recibido formación específica.
La educación es una tarea a dos bandas"
Directora del Colegio Antonio Machado
El programa Kiva no busca solo erradicar el acoso, sino que se posiciona en la prevención. Su principal innovación es que no se centra únicamente en el acosador y el acosado, sino que busca crear una "responsabilidad compartida", donde los verdaderos protagonistas son los espectadores. Se parte de la idea de que un niño sabe que el acoso está mal, pero, como apunta Domecq, "difícilmente lo denuncia, o por miedo o por reconocimiento social". El objetivo es darles las herramientas y la fortaleza para posicionarse.
La implantación del método es un proyecto a cuatro años que implica formación para los docentes y sesiones quincenales con los alumnos. En ellas, se trabajan diferentes situaciones adaptadas a su edad para que aprendan a actuar. La sensación de presenciar un caso de acoso en el aula, admite la directora, "es horrible", no solo por el sufrimiento de la víctima, sino también por el dolor que produce ver a "alumnos en clase que lo están viendo y se están callando".
Familia y escuela, una tarea a dos bandas
Beatriz Domecque subraya que las familias son un pilar fundamental en esta lucha. "La educación es una tarea a dos bandas", insiste, y es crucial que familia y colegio vayan de la mano. El enfoque debe abandonar la búsqueda de culpables para centrarse en crear soluciones conjuntas. Aunque el programa Kiva está diseñado "para y por los alumnos", las familias colaboran con el centro para reforzar el mensaje y trabajar hacia un mismo objetivo común.
En última instancia, el éxito de esta metodología reside en transformar la dinámica del grupo. El objetivo final es que el acosado "se sienta respaldado por su propio entorno", logrando que los espectadores dejen de ser facilitadores silenciosos para convertirse en acompañantes activos de la víctima. Un cambio de paradigma con el que Aragón busca proteger a sus jóvenes y construir un entorno escolar verdaderamente seguro.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.