Siete cosas que no te puedes perder si viajas a Zaragoza este verano
Si te acercas por la ciudad del Ebro, tienes una amplia oferta de lugares con encanto para visitar y que no te dejarán para nada indiferente

El río Ebro a su paso por Zaragoza.
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Zaragoza es una ciudad que combina historia milenaria, arte, gastronomía y espacios verdes ideales para el verano. ¿Cuáles son los lugares con más encanto en los que combatir (o al menos intentarlo) el calor en la ciudad inmortal?
1. Basílica de Nuestra Señora del Pilar
No puedes poner un pie en Zaragoza sin dejarte sorprender por la majestuosidad de la Basílica del Pilar. Este impresionante templo barroco, uno de los santuarios marianos más importantes del mundo, se alza junto al río Ebro con sus icónicas cúpulas. Sube a una de sus torres y contempla el casco histórico desde las alturas.
2. la Aljafería: historia, arcos y jardines
Este palacio fortificado, de origen musulmán, es uno de los pocos testimonios del arte islámico del siglo XI fuera de Andalucía. Pasear por sus salas, salones y patios es como hacer un viaje en el tiempo, desde los reinos de taifas hasta los Reyes Católicos. Actualmente es también la sede de las Cortes de Aragón.
3. La Seo y el arte mudéjar
Muy cerca del Pilar, la Catedral del Salvador —más conocida como La Seo— es un ejemplo fascinante de cómo la historia arquitectónica de una ciudad puede fundirse en una sola obra. Gótico, románico, renacentista… pero, sobre todo, su decoración mudéjar, declarada Patrimonio Mundial, hace de esta visita una parada obligatoria.

La Puerta del Carmen, en pleno Centro de Zaragoza.
4. Ruta romana de Caesaraugusta
Zaragoza fue una ciudad romana próspera conocida como Caesaraugusta, y aún hoy conserva vestigios sorprendentes de aquella época. Recorre los restos del foro, el teatro, las termas y el puerto fluvial, todos perfectamente musealizados, y descubre cómo se vivía hace dos mil años.
5. Tapear en El Tubo
En verano, las calles estrechas del Tubo se llenan de vida, olor a tapas recién hechas y conversaciones que se alargan hasta la madrugada. Desde croquetas hasta ternasco, pasando por especialidades locales como los huevos rotos con jamón o los champiñones a la plancha, tapear en Zaragoza es casi un ritual social.
6. Parques urbanos para escapar del calor
Cuando el calor aprieta, Zaragoza ofrece pulmones verdes donde desconectar sin salir de la ciudad. El Parque Grande José Antonio Labordeta, con su avenida arbolada, fuentes y miradores, invita al paseo tranquilo. Y el Parque del Agua Luis Buñuel, junto al Ebro, es perfecto para familias: barcas, juegos, senderos y zonas de sombra.

El Ebro, con la basílica del Pilar de fondo.
7. Museos con aire fresco
El verano también es buen momento para empaparse de arte e historia en espacios climatizados. Destacan el Museo Goya, que guarda una excelente colección del artista aragonés, y el Museo de Zaragoza, donde conviven piezas romanas, islámicas y pinturas del Renacimiento. Además, pequeños espacios como el Patio de la Infanta o La Lonja sorprenden por su valor artístico y tranquilidad.
Zaragoza en verano no es solo calor: es historia viva, sabores auténticos, atardeceres sobre el Ebro y una mezcla de culturas que se respira en cada rincón. Si buscas un destino lleno de personalidad, con buen ambiente y sin aglomeraciones excesivas, esta ciudad te espera con los brazos abiertos.