Policías y Guardias Civiles se han concentrado este mediodía ante la Delegación del Gobierno en Aragón, como ha ocurrido en toda España, para mostrar su rechazo a la reforma de Ley de Seguridad Ciudadana. Concentraciones que han contado con el apoyo del PP, VOX y Ciudadanos y que vendrán acompañadas de una gran manifestación el próximo sábado en Madrid, a la que acudirán agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como miembros de las policías locales y autonómicas.

Las intención del Gobierno del PSOE y sus socios de Unidas Podemos de cambiar 23 de los 54 artículos de esa ley conocida también como la “ley mordaza”, ha destapado la caja de los truenos. Consideran que con los cambios que se van a introducir, se va a producir un desprestigio de la labor de los agentes y una pérdida del principio de autoridad.

El nuevo texto legal, en contra del aprobado hace seis años con la mayoría absoluta del PP, suaviza la actuación policial en las manifestaciones. Además, permitirá que sean “espontáneas” y no haga falta comunicarlas, lo que supone un gran riesgo ya que los agentes no conocerán el itinerario previsto ni podrár preparar el dispositivo de seguridad necesario por ejemplio, en caso de que haya una contramanifestación. La reforma también obliga a devolver a los detenidos al lugar donde se les arrestó. Hasta ahora los detenidos se iban por su propio pie de comisaría.

Esta reforma contempla tambien que se puedan difundir imágenes o grabaciones de las actuaciones policiales, algo que esta prohibido en la normativa actual. Un aspecto que los agentes consideran que les pone en riesgo a ellos y a sus familias. Además se limita a dos horas el tiempo de detención de quienes se nieguen a identificarse cuando ahora son seis, lo que hará que las fuerzas de seguridad tengan que actuar en un tiempo récord.

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