En julio estará listo el canal que aliviará el Barranco de la Muerte en Zaragoza

En julio se cumplen dos años de la terrible tormenta que inundó Parque Venecia. Allí, avanzan las obras para mitigar los efectos de posibles lluvias torrenciales. En julio estará listo el canal perimetral en el conocido Barranco de la Muerte. Un canal con 2 metros de profundidad, 24 metros de anchura y 300 de largo, en cuyos bordes se han puesto 10 mil losas de piedra que conforman la escollera que recubre los bordes del canal.

Este canal, en el que se ha invertido un millón de euros, servirá de alivio del barranco, que justo va a desembocar en el colegio María Zambrano y al Cuartel de la Policía Local. En el tramo final de esta infraestructura se está haciendo un depósito de amortiguación junto a la Z-30, línea natural de evacuación.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha visitado las obras. "Unas lluvias como las de 2023 ya no tendrían las dramáticas consecuencias de entonces, porque se desvía el agua y no iría a parar al colegio, sino en a la Z30". A finales de julio, "los vecinos podrán estar más tranquilos ante un episodio de lluvias torrenciales", ha insistido la alcaldesa.

TODO LISTO EN 2027

Asimismo, a lo largo de este año también se irá dando salida a las obras recogidas en el convenio de colaboración con el Gobierno de Aragón para impulsar nuevas medidas de minimización del riesgo de inundación provocado por el desbordamiento del Barranco de la Muerte y que cuenta con financiación de la multinacional AWS, cerca de 14 millones de euros, para avanzar de manera exponencial en las infraestructuras hidráulicas.

Se construirán los depósitos de tormentas junto al Cementerio de Torrero, se harán cinco nuevos diques de laminación (cuatro en el barranco de la Muerte y uno más en el de Camino de Arráez), y se acondicionarán y mejorarán los diques de laminación superiores aguas arriba de la Z-40 en el barranco del Camino de Arráez.

Además, se soterrará el Barranco de la Muerte en la Z-30 mediante un colector. Supondrá, en definitiva, crear una nueva tubería de alta capacidad que recoja el agua vertida al final del canal perimetral.

Todas esas actuaciones, se sumarán al sistema de sensorización y alerta de 28 cuencas, también financiado por AWS. Se trata de mitigar riesgos asociados a fenómenos naturales, desbordamientos de agua, deslizamientos de tierra, incendios, temperaturas extremas y otros peligros que puedan afectar a las comunidades aledañas y al entorno natural.