La Huerta Clandestina de Zaragoza que esconde mucho más que fruta y verdura

En el corazón de Zaragoza, concretamente en la calle Bolonia, número 8, se encuentra La Huerta Clandestina, un negocio que ha trascendido el concepto tradicional de frutería para convertirse en un referente gourmet. Regentada por Chemi, esta tienda ofrece una cuidada selección de productos que van mucho más allá de la fruta y la verdura, apostando siempre por la calidad y la frescura.

De un local de 12 metros a una tienda gourmet

La historia de La Huerta Clandestina comenzó hace siete años en un modesto local de apenas 12 metros cuadrados en la misma calle. Sin embargo, el éxito y la demanda creciente llevaron a Chemi a dar un salto cualitativo hace tres años, trasladándose a un espacio de más de 100 metros. "Ya no solo son frutas y verduras, sino también caprichos para el paladar", explica su responsable, que ha ampliado la oferta para satisfacer a los clientes más exigentes.

El secreto está en la fruta de temporada

Para garantizar la máxima calidad, la jornada de Chemi empieza mucho antes de que salga el sol. "Nos levantamos a las 4 de la mañana para que luego a las 9 esté toda la tienda limpia y preparada", comenta. Cada día acude a MercaZaragoza para seleccionar personalmente el género, priorizando siempre el producto de cercanía y de temporada. Ahora que termina la campaña del "melocotón de Calanda", la tienda se prepara para recibir los productos de otoño.

Ahora ya viene la fruta de invierno: mandarina, manzana, pera..."

Chemi

Propietario de La Huerta Clandestina

Aunque Chemi bromea diciendo que ahora "viene la fruta aburrida de invierno como la mandarina, la manzana, la pera...", lo cierto es que el compromiso con la excelencia se mantiene intacto. Además de la fruta y verdura del día a día, la tienda se ha convertido en una auténtica despensa de delicias, ofreciendo desde sobrasadas de Palma de Mallorca y chuletones para el fin de semana hasta aceites, champán, caviar o whisky japonés.

Cestas de Navidad y servicio a empresas

La Huerta Clandestina también ofrece servicios personalizados, como el reparto diario de fruta fresca a empresas que desean premiar a sus empleados con un almuerzo saludable. De cara a las fiestas, su propuesta estrella son las cestas de Navidad personalizadas. En lugar de ofrecer lotes estándar, dedican tiempo a conocer los gustos del destinatario final para crear un regalo único y a medida.

Ninguna cesta de Navidad es igual. Todas están personalizadas"

Chemi

Propietario de La Huerta Clandestina

"Pensamos en el cliente y ninguna cesta que hacemos estas navidades son iguales", subraya Chemi. El equipo se informa sobre las preferencias de la persona que recibirá el regalo, si necesita productos sin gluten o si prefiere artículos de Aragón o de fuera. Este nivel de detalle asegura que cada cesta sea una sorpresa pensada exclusivamente para quien la recibe, un reflejo de la filosofía de un negocio que cuida al máximo cada detalle.