El euro comenzó a ser la moneda oficial de 12 países europeos el 1 de enero del año 2002. Fue entonces cuando ciudadanos de 12 paises, entre ellos España, Alemania, Portugal, Francia o Italia, comenzaron a llevar los hasta entonces desconocidos euros en sus bolsillos. Durante dos meses los euros estuvieron conviviendo en España con las pesetas. Un euro tenía el valor de 166´386 pesetas, por lo que la calculadora se convirtió en nuestra compañera inseparable durante los primeros meses de introducción de esta nueva moneda.

Aunque la entrada oficial del Euro no se dio hasta 2002, la moneda fue creada unos años antes, en concreto, en 1999. El 1 de enero de ese año nació el Euro constituyéndose el llamado "eurosistema" formado por los países de la zona Euro y el Banco Central Europeo. Sin embargo, antes de esto hubo otra moneda que estuvo muy cerca de convertirse en la unidad monetaria única en Europa: el ECU.

La idea de tener una moneda única en toda Europa data de 1978 y fue entonces cuando se eligió el nombre para esa moneda bajo las siglas de ECU, European Currency Unit, lo que en español vendría a significar "Unidad Monetaria Europea". A principios de los años 90 se llegó a hacer oficial que el ECU pasaría a ser la moneda única europea en 1999. De hecho, durante la década de los 90, muchos países ya comenzaron a acuñar esta nueva moneda y algún que otro billete.

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España fue uno de los países que llegó a fabricar el ECU, una moneda que actualmente se puede encontrar en el mercado de la numismática y que no falta entre las posesiones más preciadas de los coleccionistas. Por apenas 10 euros podemos conseguir los ECUS que fueron más comunes y se acuñaron en mayor cantidad. En cambipo, los más codiciados pueden alcanzar valores de hasta 2.000 euros.

ECU, SU NOMBRE LE CONDENÓ

Si ya todo estaba listo para la entrada en vigor del ECU, ¿qué fue lo que paso? Alemania fue la principal "culpable" de que esta moneda no entrase en vigor. El fallo que la condenó estaba precisamente en su nombre.

A Alemania no le convencía esta denominación por dos motivos. Por un lado porque sonaba demasiado similar a "eine Kuh" que es como se dice en alemán "una vaca". Por otro lado, ECU es "escudo" en francés. Precisamente, Francia había tenido una moneda con ese nombre hacía unos siglos y Alemania consideró que de esta forma, la nueva moneda daba un especial protagonismo a Francia.

Así, los alemanes decidieron proponer "euro" como el nuevo nombre de la moneda comunitaria. Una opción que convenció a los 12 países implicados.

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