'La casa de la huerta', el lugar donde la fruta y la verdura saben a hogar
De la mano de Mercazaragoza, conocemos un poco más a fondo qué es lo que nos ofrecen desde este establecimiento ubicado en el barrio de Montecanal (Zaragoza)
Zaragoza - Publicado el
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En el corazón del barrio de Montecanal, en Zaragoza, se encuentra 'La casa de la huerta', un pequeño comercio de proximidad que apuesta con firmeza por el producto local, fresco y de temporada.
En un tiempo en el que lo inmediato y lo industrial parecen marcar la norma, este establecimiento propone un regreso a lo auténtico: a los sabores de antes, al respeto por los ciclos de la naturaleza y al trato humano que solo ofrecen las tiendas de toda la vida.
El concepto de 'La casa de la huerta' es claro: ofrecer frutas y verduras recogidas en su punto óptimo de maduración, cultivadas cerca de Zaragoza y sin pasar por largas cadenas de distribución. Aquí, lo que se vende es lo que da la tierra en cada momento, lo que garantiza una frescura inmejorable y un sabor que poco tiene que ver con el de los productos ultraprocesados o traídos de miles de kilómetros.
UN PRODUCTO DE CALIDAD
Este enfoque no solo garantiza la calidad del producto, sino que promueve un modelo de consumo más sostenible. Apostar por el producto de temporada no es solo una cuestión de sabor, sino también de coherencia ecológica. Así, aquí el consumidor encuentra tomates que saben a verano, calabazas dulces en otoño, espárragos frescos en primavera y cítricos jugosos en pleno invierno. Cada estación tiene su protagonismo, y eso se nota en cada bocado.
'La casa de la huerta' no es solo un punto de venta. Es también un espacio donde se recupera el contacto directo entre quien compra y quien vende, donde se puede preguntar por el origen de un producto, intercambiar recetas o descubrir nuevas formas de cocinar lo de siempre. La cercanía y la atención personalizada son parte fundamental de su esencia.
Para los vecinos de Montecanal y barrios cercanos, 'La casa de la huerta' se ha convertido en un referente de alimentación responsable. Su presencia es una muestra de que otro modelo comercial es posible, uno que apuesta por lo local, que respeta el trabajo del pequeño productor y que defiende el derecho a comer bien sin renunciar a la ética ni al medioambiente.