El Real Zaragoza vivió en la noche de este miércoles en Castellón, donde perdió por 1-0, una de las páginas más tristes y dramáticas de su historia. Ante un Castellón que no es nada, cerrados atrás con tres centrales y sin el más mínimo poder atacante, el conjunto aragonés materializó un partido lamentable, demostrando que la plantilla no da para más y sigue en caída libre hacia la Segunda división B, es decir, hacia la desaparición de la entidad.

Con un solo triunfo en el campo en quince jornadas, doce partidos sin ganar y seis derrotas consecutivas (las cinco últimas con Iván Martínez, que habría cerrado su breve ciclo con cero puntos de quince posibles), el desastre es de proporciones ya incalculables. Iván, desbordado y superado, dimitió sin dimitir en una comparecencia posterior al partido que daba pena por su patetismo, por su abatimiento, sin saber ni qué explicar y a expensas de lo que el club decida hacer, porque él ya no puede hacer más.

Y todo ello sin tener el hasta ahora técnico la culpa de la irresponsabildad cometida desde la dirección deportiva al poner a alguien sin más experiencia que en juveniles a intentar arreglar el mayor desaguisado de la historia del club y en su momento más crítico. Es increíble que Lalo Arantegui vaya a seguir en su cargo. Y más lo es que este Consejo de Administración haya podido pensar que Víctor Fernández iba a aceptar el regreso teniendo que volver a convivir con Lalo.

Ahora, a toda prisa, después de marear la perdiz con la intentona con Víctor, el club se va a lanzar a por algún entrenador que, al menos, tenga el carácter necesario para, al menos, intentar el milagro que cada vez se antoja más difícil. El primer nombre es Pacheta, que eliminó con el Elche el pasado verano al Real Zaragoza en los playoffs de ascenso a Primera. Otro nombre es Paco Jémez. E incluso el “Mono” Burgos.

Tras un partido horrible, el tanto de César Díaz en el minuto 84 significaba la puntilla para el conjunto zaragocista, que ni antes ni después de ese tanto dio nunca señales de hacer ni cosquillas en la portería rival.

CD Castellón: Estelles, Jaime, Satrustegui, Delgado, Víctor, Jamelli (Ledes, 92'), Señé, Molina (Lapeña, 92'), Mateu (Fidalgo, 77'), Sánchez (Zlatanovic, 66') y Cubillas (Díaz, 77').

Real Zaragoza: Cristian, Vigaray, Francés (Zanimacchia, 64'), Jair, Guitián, Chavarria (Nieto, 86'), Eguaras (Vuckic, 86'), Zapater (Jannick, 64'), Francho, Narváez y Azón (Bermejo, 72').

Goles: 1-0; Díaz (min. 84).

Árbitro: Ocón Arráiz (comité riojano). Amonestó a Molina (min. 92) por parte del Castellón; y a Chavarria (min. 25) y Vigaray (min. 89) por parte del Real Zaragoza.

Tras el partido disputado ante el CD Castellón, el entrenador del Real Zaragoza comparecía abatido en sala de prensa: “Somos los primeros culpables de la derrota de hoy. Quiero pedir perdón a la afición porque los resultados no acompañan. El Real Zaragoza está por encima de todo y de todos y no hay que rendirse. Es una situación crítica, pero entre todos tenemos que sacar esto”.

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El técnico ha señalado que algo “hay que cambiar” para salir de esta situación. “Lo tenemos que solucionar. Tenemos que cambiar para llegar a la solución. Cada vez hay menos tiempo, pero hay tiempo todavía. Tiene que haber una reacción desde ya. Nosotros seguiremos trabajando”, finalizaba Iván Martínez, consciente de que está en manos de lo que decida el Consejo de Administración, que incluso le haría un favor liberándole de este martirio..

La plantilla del Real Zaragoza guardará descanso este jueves para ejercitarse el viernes en las instalaciones de la Ciudad Deportiva. En este ensayo, que dará inicio a las 10:30 horas, el equipo comenzará a preparar el siguiente duelo liguero ante el Fuenlabrada, que tendrá lugar el domingo en el estadio de La Romareda.