Por más que hubiera hasta nueve bajas, o que se acabara el partido con uno menos por la expulsión de Alejandro Francés, lo cierto es que la plantilla del Real Zaragoza no da para más. La sensación es que este equipo es la viva imagen de la impotencia, independientemente de quién sea el técnico que se siente en el banquillo. Iván Martínez se había ganado la oportunidad de dirigir al primer equipo por méritos propios, pero en su debut ante el Oviedo se dio de bruces este viernes en La Romareda con la cruda realidad de una plantilla mal construida, mediocre, descompensada y, además, capitidisminuida por las ausencias.

Aunque los aragoneses habían logrado adelantarse en el marcador con algo de fortuna al marcarse Bolaño un tanto en propia meta poco antes de la media hora de juego, un error de Ratón propició el empate asturiano en un momento psicológico e inoportuno, justo al borde del descanso al rematar un córner Borja Sánchez de cabeza. En la segunda mitad, el rápido gol de Gustavo Blanco Leschuk y la postrera expulsión de Francés hicieron el resto, sin que el conjunto zaragocista, aunque lo intentó Iván con los cambios, diera muestra alguna de poder remontar. Más bien fue el Oviedo el que perdonó claramente la sentencia.

Los primeros minutos del conjunto de Iván Martínez mostraron a un equipo unido y comprometido, que se hizo pronto con el control de la pelota,buscando siempre la verticalidad, el atacar espacios y la posterior llegada al áreadel Real Oviedo de Cuco Ziganda.

Eso sí, cuando los oviedistas se hacían con el esférico,tanto los puntas Juanjo Narváez y Gabriel Fernández como Sergio Bermejo presionaban al rival desde su primer pase de iniciación de la jugada. Por las bandas, Pep Chavarria y Álvaro Tejero trataban de hacerse profundos, y el lateral derecho probó buscar un rematador con varios envíos laterales. Pero era un dominio ficticio, sin llegada y sin pegada.

En el minuto 26, los locales se pusieron por delante en el marcador. Una falta venenosa botada con mucha intención y precisión por Alberto Zapater al área visitante y un buen desmarque de Alberto Guitián propiciaron que la pelota rozase lo suficiente en Bolaño para que ésta se desviase y terminase por rebasar la meta contraria.

Tras el tanto, los zaragocistas ganaron en confianza y fueron a por la segunda diana, teniendo la iniciativa con balón. Narváez se quedó cerca de finalizar un contrataque y dos centros consecutivos de Chavarria crearon cierto peligro en el área rival..

Sin embargo, en los últimos diez minutos de la primera parte, el Oviedo se estiró y buscó el empate. Un disparo raso de Sangalli que atrapó abajo Álvaro Ratón y un tiro lejano de Gustavo Blanco, que salió fuera por poco, precedieron al gol de Borja Sánchez, que cabeceó un saque de esquina para poner la igualada justo antes de marchar a vestuarios, anticipándose al meta Ratón, que no llegó al balón. Ese error del meta pudo marcar el desarrollo final del partido.

El Real Oviedo se puso por delante nada más arrancar la segunda mitad, en el minuto 49. Uncentro lateral fue rematado desde dentro del área por Gustavo Blanco Leschuk, poniendo el uno a dos en el marcador. Poco después, Ratón tuvo que intervenir para desviar un fuerte chut de Sangalli.

Los blanquillos buscaron el tanto del empate con poca convicción. En el minuto 62, Femenías paró un disparo de Francho tras una buena asistencia de Narváez. El portero visitante también atrapó los disparos lejanos de Bermejo y del propio Narváez. El colombiano continuó activo en ataque, primero con un tiro tras pase atrás de Francho, que se marchó alto, y después peinando un balón a centro de Luca Zanimacchia.

Cuando faltaban 15 minutos, los zaragocistas se quedaron con uno menos tras la expulsión de Alejandro Francés por una mano. A pesar de ello, los de Iván Martínez buscaron el empate y tuvieron algún acercamiento al área rival, pero no pudieron batir a Femenias. El Oviedo se llevó los tres puntos dando la sensación de que, si hubiera necesitado otro gol, lo habría logrado. El rival que tenía enfrente estaba roto.

Real Zaragoza: Ratón, Tejero, Francés, Guitián, Chavarria, Eguaras, Zapater (Francho, 55'), Ros (James, 55'), Bermejo (Iván Azón, 87'), Narváez y Fernández (Zanimacchia, 69').

Real Oviedo: Femenías, Juanjo, C. Hernández, Bolaño, Mossa (Lucas, 79'), Tejera, Edgar, Borja (Mier, 68') Sangalli, Nahuel (Cedric, 86') y Blanco (Obeng, 68').

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Goles: 1-0; Bolaño p.p. (min. 26), 1-1; Borja Sánchez (min. 44), 1-2; Blanco (min. 49).

Árbitro: Ávalos Barrera (comité catalán). Expulsó a Francés (min. 75) por parte del Real Zaragoza. Amonestó a Ros (min. 16) y a Guitián (min. 61) por parte del Real Zaragoza; y a Edgar (min. 35) y a Mossa (min. 77) por parte del Real Oviedo.

Tras el encuentro, el técnico del Real Zaragoza, Iván Martínez, valoraba el choque: “En la primera partehemos tenido el control del juego y las ideas claras de lo que queríamos hasta su gol. Si no hubiéramos encajado antes del descanso, hubiéramos tenido otro resultado. Nos ha condicionado. Con 10, el equipo lo ha dejado todo hasta el final”.

“La identidad del equipo que queríamos ver se ha visto en el terreno de juego y no hemos sido inferiores al Real Oviedo”, destacaba Iván Martínez, señalando que el equipo, con solo tres días de entrenamiento, “se ha sentido bien dentro del campo”.

Por último, el zaragozano explicaba que van a trabajar desde el siguiente ensayo para lograr una victoria que pueda cambiar la dinámica de resultados y para ganar confianza: “Desde el entrenamiento de mañana nos vamos a levantar. Solo nos queda trabajar y que los jugadores cambien esta dinámica lo antes posible. Es importante para tener más confianza.Hay que seguir hacia delante.Vamos a levantar esto seguro”.

El conjunto aragonés se ejercitará este sábado en las instalaciones de la Ciudad Deportiva en una sesión de entrenamiento postpartido que dará inicio a las 11:15 horas, con la mirada ya puesta en el siguiente choque, que tendrá lugar el domingo día 22 contra la Sociedad Deportiva Ponferradina en El Toralín.