La aragonesa Nadia Hamam, segunda mejor enfermera de España: "A veces la sociedad no sabe todo lo que hacemos"

La enfermera zaragozana Nadia Hamam Alcober ha sido reconocida como la segunda mejor enfermera interna residente (EIR) de España, obteniendo el primer accésit en la cuarta edición de los Premios Sanitas EIR. Estos galardones, únicos de esta naturaleza en el país y celebrados en colaboración con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, destacan la excelencia en la formación sanitaria especializada. Hamam, especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria, fue seleccionada entre 80 candidaturas de más de 67 centros formativos de todo el territorio nacional.

Para Hamam, este premio supone un "reconocimiento muy importante" a una etapa que califica como "muy dura". Durante sus dos años de especialización, compaginó un exigente programa formativo con su vida personal. "Llevo ya muchos años trabajando, paralizas un poco tu vida de enfermera de base para hacerte una especialidad", explica. La dureza de la residencia se vio acrecentada por las circunstancias personales: "He hecho la residencia entre Monzón y Barbastro, y iba y venía todos los días desde mi casa, que vivo en Zaragoza", relata. Con dos hijos pequeños, el menor ni siquiera había cumplido los cuatro años al empezar, el esfuerzo fue mayúsculo.

Es que ha sido duro, así que el reconocimiento es maravilloso"

Nadia Hamam

Enfermera

A pesar de las dificultades, Hamam se siente satisfecha y asegura haber aprendido muchísimo en proyectos espectaculares que no habría conocido de otra forma. "Ha sido duro, pero muy reconfortante en otros puntos", admite. Su candidatura destacó en un baremo que evalúa desde el expediente académico hasta la investigación, la docencia y las actividades comunitarias. La valoración de su tutora, Olga Guayarte, a quien define como "un terremoto de mujer, la enfermera completa", tuvo un peso decisivo. "Se le han ocurrido mil cosas y me ha apoyado en todo lo que le proponía, hemos hecho de todo", agradece.

Una vocación volcada en la comunidad

Tras finalizar la residencia en mayo, Nadia Hamam espera poder ejercer como especialista en un centro de salud de Zaragoza. Su pasión es la atención primaria y, en concreto, el trabajo comunitario. "La familiar y comunitaria son las enfermeras que estamos en atención primaria en los centros de salud", detalla, y reivindica una parte de su labor que a menudo pasa desapercibida. "Parece que tu enfermera de familia está ahí en su consulta tomando tensiones, haciendo curas o poniendo vacunas, pero además de eso trabajamos con la comunidad, que es lo que a mí más me gusta de la primaria", señala.

A mí me gusta mucho cuidar, y eso es lo que hace una enfermera

Nadia Hamam

Enfermera

Esta labor consiste en investigar las necesidades de la población para realizar un diagnóstico de salud y, a partir de ahí, diseñar proyectos que las palíen. Para Hamam, es fundamental "pasar la consulta con mirada comunitaria" y colocar al paciente en el centro del sistema. "Creo que cada vez el sistema está cambiando, el paciente tiene que ser el protagonista de sus cuidados, vamos dejando de lado un poco ese rollo de antaño de lo que diga el sanitario de turno", reflexiona.

Proyectos que dejan huella

Uno de los proyectos más especiales que lideró durante su residencia fue una campaña de protección solar dirigida a niños de ludotecas y campus deportivos en Monzón, en colaboración con el ayuntamiento y la Asociación Española Contra el Cáncer. "Creamos unas dinámicas y unos juegos, versionando cosas que hacemos siempre, el pilla pilla solar, por ejemplo", cuenta. La iniciativa tuvo tanto éxito que se extendió a la población general y quedó finalista en unos premios nacionales de la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN). "Llegar allí desde un centro de salud como el de Monzón fue una pasada", recuerda con orgullo.

Este y otros proyectos, como un cuento que están intentando editar, fueron posibles gracias a lo que describe como "una conjunción de astros", un equipo multidisciplinar con "muchísimas ganas de hacer cosas". Esta energía, junto a sus compañeras residentes Cris y Bea, fue clave para sacar adelante las iniciativas. "Hemos hecho un montón de proyectos. La verdad es que está muy bien", resume.

Luces y sombras de la enfermería

Nadia Hamam define su profesión desde su esencia: "A mí me gusta mucho cuidar, y creo que la enfermera lo que hace es cuidar". Considera que es una labor "más global" que la del médico, centrada no solo en tratar, sino también en el acompañamiento y el confort del paciente, incluso en situaciones paliativas. Sin embargo, la profesión también tiene una cara menos amable, marcada por la "excesiva carga asistencial" que a veces impide realizar el trabajo como les gustaría. "Aunque quieras, hay cosas que no puedes hacer porque no tienes tiempo", lamenta.

Las enfermeras investigamos, trabajamos con la comunidad, hacemos muchas cosas"

Nadia Hamam

Enfermera

A esta presión se suma la frustración por el desconocimiento social sobre el alcance de su trabajo. "Me da un poco de rabia que la sociedad no sepa ciertas cosas que hacemos", confiesa. "Las enfermeras investigamos, trabajamos con la comunidad, hacemos docencia, vamos a los coles... y eso a veces es como raro". Explica cómo a la gente le "chirría" ver un cartel en la consulta explicando que no está y verla en una mesa informativa en la calle, cuando la promoción y la prevención son fundamentales en su disciplina.

De cara al futuro, si uno de sus hijos quisiera seguir sus pasos, su primer consejo sería claro: "Si vas a hacer una especialidad, hazla en cuanto acabes la carrera, no con 40 años y dos hijos". Sería muy realista sobre la dureza de una profesión en la que "se trabaja 24 horas al día, 7 días a la semana", con turnos en noches, festivos y Navidades. Con todo, celebra el creciente reconocimiento a su campo: "Que se premie a la enfermería, que se apueste por ella, cuando a veces quedamos más relegadas, es muy bonito", concluye emocionada.