Así es la compleja operación a 50 metros de profundidad que blinda la presa de El Grado

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha iniciado los trabajos de reparación en el desagüe de fondo de la presa de El Grado. Un equipo de seis buzos está llevando a cabo una intervención delicada y fundamental a 50 metros de profundidad para asegurar el correcto funcionamiento de la infraestructura, que se utiliza para laminar las avenidas en el río Cinca.

Una reparación necesaria para la seguridad

El problema se remonta a 2016, cuando se detectó un fallo técnico en las compuertas del desagüe del embalse. Esta circunstancia obligó a realizar una obra de emergencia en 2017 para arreglar el túnel izquierdo, según ha explicado Raimundo Lafuente, director de los trabajos. Ahora, las actuaciones se centran en el túnel derecho para cumplir con las vigentes Normas Técnicas de Seguridad de Presas de 2021, que exigen tener todos los aliviaderos operativos.

Una obra de alta complejidad técnica

La intervención actual es especialmente compleja porque es necesario mantener el agua en el embalse para los usos de regadío. Por ello, los buzos están colocando unos escudos protectores “aguas arriba de la cámara de compuertas, para poder trabajar en seco a lo largo de toda la cámara de compuertas”, detalla Lafuente.

Están colocando escudos aguas arriba de la cámara de compuertas, para poder trabajar en seco a lo largo de toda la cámara de compuertas"

Raimundo Lafuente

Director de los trabajos

Una vez instalados los escudos, se procederá a actuar sobre dos galerías con dos desagües cada una. En cada tubería existen tres compuertas en serie: las que se encuentran aguas arriba se anularán, las de aguas abajo se repararán y las intermedias se sustituirán por unas nuevas. Finalmente, se blindarán los conductos y se cubrirá el conjunto con hormigón.

Retrasos por las crecidas del Cinca

Las obras del túnel derecho se adjudicaron en otoño de 2024 con una inversión de 4,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses. Sin embargo, las sucesivas crecidas en el río Cinca durante ese otoño y los primeros meses de 2025 obligaron a utilizar el sistema El Grado-Mediano para laminar las avenidas, posponiendo la intervención. La campaña de regadío de primavera y verano también impidió acometer los trabajos.