El Festival de Música y Patrimonio EnClaves, que organiza la Comarca Hoya de Huesca|Plana de Uesca, ha impulsado, desde el subprograma Factoría EnClaves la producción del espectáculo La siesta de los gigantes, una obra que aúna repertorio de música clásica con teatro de calle y objeto para acercarnos a la mitología del Alto Aragón.

Los nuevos espacios que genera la música clásica al entrar en contacto con lenguajes visuales, circenses o teatrales han tenido presencia en varias citas de esta edición del Festival EnClaves. Desprovista de cierta rigidez interpretativa, la música se pone al servicio de la expresividad y los músicos se transforman en actores. En esta ocasión obras de Bela Bartok, Prokofiev, Debussy o Isaÿe ponen voz a personajes como el macho cabrío o el duende para narrar una historia que, basada en los relatos de la mitología pirenaica, nos presenta las peculiaridades de la cultura autóctona, su forma de entender y explicar el mundo.

Victoria Crespo, la autora de los textos y directora escénica de esta obra, narra esta perspectiva mediante la recuperación de leyendas aragonesas e invita a una reflexión en torno a la relación con la naturaleza y el medio ambiente y que explica por qué los gigantes de piedra llevan tanto tiempo dormidos.

La idea original es obra de la actriz Victoria Crespo y del clarinetista David Lobera, quienes junto con la violinista Eva Laliena se suben al escenario de Triste paradesarrollar una propuesta novedosa que, en breve, tendremos ocasión de volver a disfrutarla en Las Casas de Nuevo dentro de PECA, plan especial de cultura en acción de la Hoya de Huesca que trabaja por formaciones y artistas profesionales inscritos en la Base de Artistas de la Hoya de Huesca (bahh.es).

La actuación dará comienzo a las 20:00 horas y la entrada es gratuita, aunque se establece un control de aforos donde se asignan plazas hasta que se completen todas las disponibles.

El espacio elegido para su representación es la plaza de la Iglesia de Triste, uno de los espacios donde los aires pirenaicos más presencia tienen en la Hoya de Huesca y donde incluso su elemento patrimonial más reseñable, la torre altomedieval, se vincula con la tradición constructiva del Serrablo.