El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la provincia de Huesca, Carmelo Bosque, solicita que se deje de “demonizar” a este sector como responsable de los contagios y apela a la responsabilidad ciudadana para frenar una crisis sanitaria, que “pone en peligro al estado del bienestar”.

Así lo ha trasladado el presidente de los hosteleros oscenses el primer día en el que la capital altoaragonesa entra en la FASE 2 estricta de la desescalada, debido al alto nivel de contagios y a la existencia de transmisión comunitaria.

Bosque se ha mostrado convencido de que los clientes va a ayudar al sector en su labor por transmitir que la hostelería no es la culpable. “Yo creo que van a ser los propios clientes los que nos van a ayudar a transmitir el mensaje de que nosotros en nuestros establecimientos cumplimos con una serie de medidas de seguridad y que no somos los responsables de los contagios”.

Las restricciones que vienen dadas por la FASE 2 afectan principalmente al comercio y a la hostelería, donde se impone el cierre de bares en los bares, se reduce el aforo al 50%, se prohíbe juntarse más de 10 personas o se establecen límites de horarios.

En este contexto, la asociación teme por el pequeño autónomo y su presidente considera que a corto plazo y con la mirada puesta en el puente de El Pilar, los establecimientos de Huesca capital resultarán más perjudicados que los de la provincia. “Creo que los establecimientos de la provincia tendrán un buen puente como así ha sido este verano, sobre todo el mes de agosto, y los de la ciudad de Huesca lo pagarán más”.

Por otra parte, Bosque confía en la meteorología, porque en caso de mal tiempo o lluvias, las terrazas dejan de ser la tabla de salvación de los establecimientos.