Las obras de climatización y mejora de las instalaciones eléctricas y luminarias de la residencia Sagrada Familia de Huesca comenzarán esta semana, con un plazo de ejecución de cuatro meses, lo que permitirá que este verano los residentes y trabajadores disfruten de confort climático y evitar situaciones como la que se vivió el pasado verano, debido a las altas temperaturas.

El pasado verano, un usuario de esta residencia oscense, de 89 años de edad, murió tras ser ingresado en el Hospital San Jorge por un golpe de calor. Este suceso ocurrió en el mismo centro en el que previamente el sindicato CCOO había denunciado que usuarios y trabajadores estaban soportando temperaturas de hasta 35 grados en las horas centrales del día y como medida urgente el Gobierno de Aragón instaló 35 ventiladores, en colaboración con el Ayuntamiento de Huesca.

El Gobierno de Aragón abrió un informe para saber lo ocurrido y este lunes, la consejera de Bienestar Social y Familia, Carmen Susín, que ha visitado el centro ha dicho que no ha derivado en nada y ha hablado de un cúmulo de situaciones. “Al final se dan un cúmulo de circunstancias, que son tristes, peor que no tienen mucho más recorrido”, ha dicho.

La consejera ha visitado la residencia de mayores, acompañada por la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna; la directora del centro, Reyes Álvarez, y el nuevo director provincial del IASS, Carlos Oliván. En su visita ha anunciado también que las obras de rehabilitación de la segunda planta de este centro asistencial han quedado desiertas. “Esta semana comenzarán las obras de climatización de la residencia e iban unidas a otro lote de obras, que era la unidad de convivencia, la rehabilitación de la segunda planta, pero este lote ha quedado desierto” y “por ello lo hemos separado y así agilizar las obras de climatización y que los mayores y trabajadores de la residencia tengan un confort climático propio de estos tiempos, ya que la residencia es antigua y tenía sus problemas”.

La consejera ha explicado que lo que se pretende es llevar a cabo unidades de convivencia, para mejorar la atención a los residentes. “Con los fondos europeos se ha dado un impulso a las unidades de convivencia, que es otra forma de vida y se crean pequeñas unidades dentro de la residencia, es decir, pequeños espacios con su salón o cocina”.

Por su parte, la directora de la residencia Sagrada Familia de Huesca, Reyes Álvarez, ha hablado de lo que se pretende conseguir en este centro. “Se trata de actualizar la residencia, porque el edificio es antiguo y lo fundamental es que las habitaciones compartidas pasan a ser individuales, con baño dentro de las habitaciones y salones y salas de estar más reducidos con vigilancia continuada para aplicar la atención centrada en la persona, con atención más individualizada”.