Junior limita aún más sus apariciones públicas

La relación entre José María del Nido Carrasco y la afición está rota. Se acabó. El público decidió hace tiempo que no bajará el nivel de crispación hasta que no abandone la presidencia. Las dos últimas pruebas de este definitivo distanciamiento se vivieron el viernes pasado en el partido ante el Elche y en el derbi chico del pasado fin de semana. Cada instante de respiro que daba el partido, la grada del Sánchez-Pizjuán lo aprovechaba para cantar el habitual “Junior, vete ya”. Asimismo, cuando el presidente apareció en el palco del estadio Jesús Navas, los aficionados volvieron a volcar su ira contra él. Esto ha ocurrido después de que se ausentara del homenaje a Badé y a los fieles de Nervión.

Mañana martes, el equipo llevará a cabo la anual ofrenda floral a la Virgen de los Reyes. El acto se retrasó en su día para evitar más jaleos. La última decisión que el club ha tomado es que Junior no atienda a la prensa a los pies de la Giralda, algo que es norma habitual desde hace más de dos décadas. Lo hará un futbolista en su lugar. Fuentes autorizadas del club aseguran que no lo hará porque la semana pasada ya habló y ofreció sus explicaciones. La verdad es otra: la decisión es que adopte un “perfil bajo” y desaparezca todo lo posible de la escena. Sus comparecencias generan crispación, y quieren evitarlo. Además —qué casualidad—, las habituales imágenes chocando la mano de los futbolistas en los entrenamientos y en el vestuario también han ido desapareciendo. La situación es lamentable y parece que insostenible. Veremos a ver cuánto tiempo se puede mantener.