Caparrós arropa a Kike Salas antes de irse a comer coquinas

Kike Salas está metido en un lío serio. Nadie quiere salirse del guion para no emitir opiniones contraproducentes, pero los hechos con los que se le relaciona son contundentes. La policía ha hallado indicios sólidos que podrían confirmar su participación en apuestas ilegales. El posible fraude va más allá de las tarjetas amarillas: también implica la filtración de alineaciones. El Confidencial ha recuperado incluso algunos mensajes que el jugador habría intercambiado con allegados para llevar a cabo las apuestas.

El Sevilla está muy preocupado por este asunto y está deseando cerrar un traspaso este verano. No obstante, públicamente mantienen una postura unitaria. "Mientras no haya sentencia, el club no puede hacer nada. No tiene argumentos reales para tomar una decisión", comentaron a COPE Sevilla fuentes autorizadas.

En su última rueda de prensa, Caparrós reiteró: "Respetamos a la justicia y la presunción de inocencia debe estar ahí. El jugador ha estado entrenando, y tanto sus compañeros como yo personalmente lo hemos estado arropando".

Caparrós cerrará el domingo su último ciclo en el banquillo. Pero ¿será realmente el final? El técnico respondió de forma genial cuando se le preguntó sobre su posible continuidad en el Sevilla: "Como dice el maestro Luis Aragonés, yo tengo el culo pelao. Lo mejor para el Sevilla y, por encima de todo, que haya paz social. Daríamos sangre por que fuera así. Y luego me voy a Punta Umbría para tomarme mis buenas coquinas, mis buenas gambas, mis buenas chirlas y mis buenas cervezas".

No cabe duda de que estaría dispuesto a seguir, aunque no es la primera opción. El club sigue estudiando las opciones de Bordalás e Imanol.