Yemas, pestiños y turrones: los dulces de convento que no te puedes perder este puente en Sevilla

El Real Alcázar acoge la 41ª edición de la tradicional muestra, con 10 toneladas de productos artesanos elaborados por las monjas de la provincia

Yemas, pestiños y turrones: los dulces de convento que no te puedes perder este puente en Sevilla

Laura Cascajosa

Sevilla - Publicado el

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El Real Alcázar de Sevilla vuelve a ser el escenario de una de las tradiciones más esperadas del año, la muestra de dulces de conventos de la provincia. En su 41ª edición, el palacio se convierte en el hogar de más de 10 toneladas de dulces que, además de su exquisito sabor, representan el sustento principal de las comunidades religiosas. Así lo ha explicado Claudia Hernández, coordinadora de la muestra, en el programa 'Herrera en Cope Más Sevilla', donde ha desvelado los detalles de este evento que arranca este viernes.

Los dulces que no puedes perderte

A la pregunta de cuáles son los dulces más ricos, la respuesta de Claudia Hernández es clara: "Todas". El secreto, explica, reside en que "lo hacen artesano, como lo hacen en oración, en silencio, en esos obradores maravillosos". La tradición y la innovación se dan la mano, ya que junto a recetas antiquísimas de siglos de antigüedad, algunas monjas "son más noveleras y hacen cositas nuevas".

El desafío logístico para trasladar diez toneladas de productos frágiles y artesanales es mayúsculo"

La variedad es inmensa. Entre las elaboraciones más destacadas se encuentran los clásicos pestiños de miel, de horno o de azúcar, las yemas en todos sus formatos, los bombones y chocolates de todo tipo o los turrones. La lista continúa con especialidades como el cabello de ángel, sultanas, tortas, bizcochos o alfajores. Mención aparte merecen las mermeladas de Santa Paula o una curiosa gelatina para acompañar carnes y foie, demostrando una oferta que abarca más de un centenar de productos diferentes.

Una logística casi milagrosa

El desafío logístico para trasladar diez toneladas de productos frágiles y artesanales es mayúsculo. Hernández relata cómo, desde las 7:30 de la mañana del viernes, las monjas llegan en sus furgonetas o con la ayuda de benefactores. "Tenemos un montón de voluntarios, gracias a dios, que vamos ayudando a descargar todos los bultos", explica. Todo debe estar listo en los puestos del Palacio Gótico para la apertura al público a las tres de la tarde.

Las monjas viven de su trabajo, que en Sevilla consiste fundamentalmente en elaborar dulces

El sustento de todo el año

Esta muestra anual se ha convertido en un auténtico "balón de oxígeno económico" para la supervivencia de estos conventos. Como subraya Claudia Hernández, las monjas viven de su trabajo, que en Sevilla consiste fundamentalmente en elaborar dulces. La venta durante el puente de la Inmaculada es la más importante del año, pero también sirve como un recordatorio de que los conventos venden sus productos en el torno durante todo el año.

Es la venta más importante de todo el año"

El objetivo es venderlo todo antes del cierre, el lunes 8 de diciembre, ya que los dulces no se pueden devolver a los conventos. Tras esta gran venta, seguirán elaborando productos de temporada como los Roscos de Reyes, los pestiños o las torrijas, que constituyen su principal medio de vida. La cita para colaborar y disfrutar de estos manjares es, por tanto, desde este viernes por la tarde y durante todo el puente de la Inmaculada en el Real Alcázar.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.