Saltan las alarmas en una aseguradora de Sevilla: lo que hacía uno de sus empleados ha acabado en operación policial
La Policía Nacional ha detenido a un gestor comercial acusado de manipular pólizas y desviar dinero durante casi dos años. Hay una segunda persona arrestada y la investigación sigue abierta para localizar a más afectados

Escucha aquí a Juan Manuel Torres, Portavoz de la Policía Nacional
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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Lo que comenzó como una simple sospecha dentro de una oficina de seguros en Sevilla terminó convirtiéndose en una operación policial. El director de la agencia detectó movimientos irregulares en varias pólizas y decidió acudir al juzgado. Esa denuncia desencadenó la Operación Coso, que ha sacado a la luz un entramado de manipulaciones y desvío de dinero protagonizado por uno de sus gestores comerciales.
Los agentes han detenido al trabajador, que habría aprovechado su puesto y la relación de confianza con los clientes para realizar operaciones fraudulentas durante casi dos años.
Maniobras para no dejar rastro
Según la Policía Nacional, el detenido realizaba rescates parciales de pólizas sin consentimiento de los titulares, modificaba datos bancarios y personales, y en algunos casos falsificaba firmas. Además, convencía a determinados clientes para realizar cambios o inversiones que parecían ventajosas, cuando en realidad se basaban en información manipulada para beneficiarse económicamente.
Pero las irregularidades iban más allá: el gestor llegó a abrir pólizas a nombre de clientes sin que ellos lo supieran, operando después sobre ellas de forma fraudulenta. Para evitar ser descubierto, modificaba registros internos de la empresa y alteraba datos en los sistemas informáticos, de manera que ningún cliente pudiera detectar los movimientos realizados a sus espaldas.
El dinero acababa en cuentas de su entorno
Las pesquisas han permitido identificar a una segunda persona implicada, la pareja del principal detenido. Ella también ha sido arrestada después de que los investigadores comprobaran que parte del dinero procedente de las operaciones ilícitas había sido ingresado en una cuenta bancaria a su nombre.
Según la Policía, ambos actuaban de forma coordinada, manteniendo las irregularidades durante un largo periodo sin levantar sospechas más allá de la oficina.
Dos años de fraude y aún sin conocer el alcance real
La Policía Nacional estima que la trama habría estado activa cerca de dos años, afectando a un número considerable de asegurados y generando un perjuicio económico de carácter relevante. La investigación continúa abierta para determinar si existen más víctimas, así como para reconstruir con exactitud el alcance total del fraude cometido desde la oficina.
Por ahora, la Policía no descarta nuevas detenciones o citaciones judiciales a medida que avancen las diligencias.




