El producto que no sabías que tiene fecha de caducidad y usas cada año de manera incorrecta: “Limitado”

En España, como en el resto de la Unión Europea, es obligatorio que la mayoría de los productos alimentarios lleven una indicación sobre su duración, ya sea una fecha de caducidad o una fecha de consumo preferente.

Hay que tener presente que los dos conceptos no son iguales, sino que hay matices que los diferencian.

En el caso de la fecha de caducidad, indica el momento hasta el que un alimento puede consumirse de forma segura. Se aplica a productos altamente perecederos que, una vez superada esta fecha, pueden suponer un riesgo para la salud, incluso si su aspecto, olor o sabor no han cambiado. Piensa en alimentos como la carne fresca, el pescado, los lácteos frescos o los embutidos cocidos.

• Seguridad: Indica el límite de seguridad del alimento.

• Riesgo: Consumirlo después de esta fecha puede ser peligroso.

• Productos: Típicamente para productos perecederos (yogures, carne, pescado, etc.).

• Recomendación: No consumas ningún alimento pasada su fecha de caducidad

En cuanto a la fecha de consumo preferente, hace referencia al momento hasta el cual un alimento mantiene sus propiedades óptimas de calidad: su sabor, aroma, textura y valor nutricional.

Después de esta fecha, el alimento puede seguir siendo seguro para el consumo, pero sus características organolépticas pueden haber disminuido.

Esto se aplica a productos con una duración mayor, como pasta, arroz, legumbres, galletas, conservas o aceite.

• Calidad: Indica el momento hasta el que el alimento está en su mejor estado.

• Seguridad: Normalmente, es seguro consumirlo después de esta fecha, aunque su calidad pueda ser inferior.

• Productos: Para productos no perecederos o de larga duración (arroz, pasta, latas, etc.).

• Recomendación: Utiliza tus sentidos. Si el producto tiene buen aspecto, huele bien y sabe correctamente, puedes consumirlo.

¿Por qué es importante conocer la diferencia?

• Comprender estas diferencias no solo te ayuda a proteger tu salud, sino que también contribuye a reducir el desperdicio alimentario.

• Muchos alimentos son tirados innecesariamente porque se confunde el consumo preferente con la fecha de caducidad.

 El Caso Específico de las Cremas Solares  

Las cremas solares son un excelente ejemplo de un producto donde la fecha de consumo preferente (o la duración tras la apertura) es crucial.

La mayoría de los protectores solares no tienen una "fecha de caducidad" en el sentido estricto que implicaría un riesgo para la salud al usarlos pasados de fecha.

En su lugar, suelen llevar una fecha de duración (similar al consumo preferente) o, lo que es más común, el símbolo PAO (Period After Opening).

Es decir, que si guardaste el protector solar del verano pasado y estás pensando en reutilizarlo, deberías replanteártelo.

La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía advierte que el protector solar abierto el año pasado podría ser ineficaz este verano, poniendo en riesgo tu salud cutánea. De hecho,  Antonio Ballesteros, jefe de servicio de Educación y Promoción de las Personas Consumidoras, explica que “los protectores solares tienen un período de eficacia limitado una vez que se abre el envase”.

Por eso “aprovechar un producto abierto de la temporada anterior no es recomendable porque no se garantiza la protección que prometen una vez abierto”, de ahí lo más recomendable sea adquirir uno nuevo”.

 Descubre el PAO: qué es y para qué sirve  

Muchos desconocen que, al igual que los cosméticos, los protectores solares tienen una "fecha de caducidad" una vez que se abren. Este dato se conoce como PAO (Period After Opening) y se representa con un ícono de un tarro abierto que contiene un número y una "M" (por ejemplo, "12M").

Esto indica que el producto será efectivo durante ese número de meses después de abrirlo. Si tu protector solar dice "12M" y lo abriste el verano pasado, lo más recomendable es adquirir un nuevo fotoprotector para este año.

• Falsas promesas: Ni protección 100% ni para todo el día

Es crucial entender que no existen productos que ofrezcan una protección 100% frente a la radiación ultravioleta A (UVA) o B (UVB), ni tampoco protección "durante todo el día". Consumo recuerda que expresiones como "bloqueante solar" o "pantalla total" están prohibidas en el etiquetado por ser engañosas.

La exposición al sol, principal causante del cáncer de piel, requiere una fotoprotección constante.

Las radiaciones UVB son las responsables de las quemaduras, mientras que las UVA también causan daños importantes.

Claves para una protección solar efectiva  

Para garantizar una adecuada protección, ten en cuenta estos consejos:

• Aplicación frecuente: Aplica el protector solar antes de la exposición al sol y repite la aplicación con frecuencia, especialmente después de sudar, bañarte o secarte con una toalla.

• No te confíes: Aunque uses protector, evita la exposición prolongada al sol.

• Protección para los más pequeños: Los bebés y niños deben evitar la luz solar directa, ya que una exposición excesiva es un riesgo importante para su salud.

• ¿Qué significan los números? Entendiendo el FPS

El Factor de Protección Solar (FPS) mide la protección contra la radiación UVB. Las categorías de protección son:

Baja: FPS entre 6 y 10

Media: FPS entre 15 y 25

Alta: FPS entre 30 y 50

Muy alta: FPS mayor a 50 o +50

Elige tu protector solar en función de tu fototipo de piel (desde las pieles más claras a las más oscuras), la zona del cuerpo donde lo aplicarás, tu edad y las condiciones de exposición.  Las pieles claras siempre necesitarán un FPS más alto.

 Desmontando mitos sobre el sol y el bronceado  

Consumo también desmiente varias creencias populares peligrosas:

• El bronceado NO es saludable ni protege del sol.

• La radiación solar es peligrosa incluso en días nublados y durante el invierno.

• Las cremas solares NO permiten tomar el sol durante mucho más tiempo.

• No te confíes si no sientes calor o tomas descansos; podrías quemarte igualmente.

• Aplicar múltiples capas de protector solar NO multiplica el factor de protección.