10 minutos de sol al día son suficientes: cómo cuidar tu piel en verano
No necesitas largas exposiciones solares para obtener vitamina D. Aprende a protegerte con sentido común y responsabilidad

10 minutos de sol al día son suficientes: cómo cuidar tu piel en verano
Jaén - Publicado el
4 min lectura
Con la llegada del verano y el aumento de las horas de exposición solar, proteger nuestra piel se vuelve imprescindible. Cada año en España se diagnostican miles de casos de cáncer de piel, uno de los tipos de cáncer más frecuentes, pero también de los más prevenibles. La clave está en una correcta fotoprotección y en conocer bien cómo actuar frente al sol para evitar daños a corto y largo plazo.
Mañana 13 de junio, se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Piel, una fecha clave para recordar la importancia de la prevención y la detección precoz de esta enfermedad. Para entender mejor qué medidas debemos tomar y desmontar algunos mitos, hemos hablado con la Dra. Fátima Moreno, dermatóloga del Hospital Universitario de Jaén y vocal de la sección andaluza de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
La importancia de la prevención y detección temprana
“El cáncer de piel es el cáncer más frecuente en el ser humano, y nuestra piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Por eso, es fundamental que este día sirva para sensibilizar a la población sobre el cuidado de la piel”, explica la Dra. Moreno. La doctora subraya que “seguir fomentando hábitos fotosaludables y que la gente sepa reconocer los signos de alarma es vital para acudir a tiempo al médico”.
Entre esos signos de alerta están las lesiones que crecen rápido, que cambian de color, que sangran o forman costras, y los lunares que se irritan o modifican con el tiempo. “Es importante que la persona que detecte algo así consulte cuanto antes con su médico para un diagnóstico precoz”, insiste.
Riesgos del sol en verano y cómo protegernos
Durante el verano, la exposición solar aumenta, y con ella los riesgos para la piel. La doctora Moreno aconseja evitar las horas centrales del día, de 12 a 16 horas, porque “la radiación solar directa es más intensa y perjudicial para la piel”. Además, recomienda un uso constante y correcto de fotoprotector solar, no solo en la playa o piscina, sino también en el día a día: “Así como nos lavamos los dientes, debemos aplicarnos protección solar en la cara antes de salir de casa”.

Con la llegada del verano y el aumento de las horas de exposición solar, proteger nuestra piel se vuelve imprescindible
No solo las cremas son importantes: “La fotoprotección física con gafas de sol, sombreros y ropa adecuada es fundamental para prevenir el daño solar”. También hay que cuidar la hidratación, bebiendo mucha agua, para mantener la piel sana.
Respecto a las personas más vulnerables, señala la Dra. Moreno que quienes tienen piel clara, ojos y cabello claros, quienes trabajan o pasan mucho tiempo al aire libre (como agricultores o deportistas), las personas con tratamientos inmunosupresores, y los niños requieren especial atención. “Estos grupos tienen un mayor riesgo y deben extremar las precauciones.”
¿Es cierto que si ya estamos morenos necesitamos menos protección?
Aquí hay un mito muy extendido que la doctora derriba con contundencia: “El bronceado nunca es saludable, es un mecanismo de defensa de la piel ante el daño solar”. Además, afirma que “aunque ya tengamos un tono moreno, debemos seguir aplicando protector solar, porque el daño se acumula con el tiempo y puede causar envejecimiento prematuro o cáncer”.
La exposición solar saludable es posible, pero “hay que hacerlo de forma gradual y responsable, sin buscar un bronceado intenso en poco tiempo”.
¿Existe una dosis saludable de sol?
El sol es necesario para la síntesis de vitamina D y para mejorar nuestro ánimo y sistema inmune. Sin embargo, la doctora advierte que “unos 10 minutos diarios de exposición solar son suficientes para obtener la vitamina D necesaria”. “Nadie debería exponerse directamente al sol en las horas de mayor intensidad”, recuerda.

Nadie debería exponerse directamente al sol en las horas de mayor intensidad
La piel tiene memoria, y el daño solar es acumulativo. “Los efectos pueden aparecer años después, por eso la protección debe ser constante, especialmente en verano.”
Tanorexia: cuando el bronceado se convierte en obsesión
En esta época de culto al bronceado, aparece un problema que preocupa a dermatólogos: la tanorexia. La Dra. Moreno la define como “la necesidad compulsiva de estar siempre bronceados, pasando horas y horas al sol para oscurecer la piel”.
“Esto es muy peligroso”, señala, “porque la belleza no está en el bronceado, sino en la confianza en uno mismo y en la salud de la piel.” La dermatóloga apuesta por promover “la belleza natural de cada tono de piel y evitar idealizar estar moreno como el modelo único de belleza”.
Consejos finales para un verano seguro
Para disfrutar del verano sin poner en riesgo nuestra salud cutánea, la Dra. Moreno insiste en mantener rutinas de fotoprotección: evitar las horas centrales del día, usar protector solar a diario, protegerse con ropa y gafas, hidratarse bien, y prestar atención a cualquier cambio en la piel.

La fotoprotección física con gafas de sol, sombreros y ropa adecuada es fundamental para prevenir el daño sola
“Disfrutar del sol es posible, pero siempre de forma responsable y consciente. Así cuidamos nuestra piel hoy y evitamos problemas en el futuro”, concluye.