La Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) considera que “debemos aprender de lo vivido como consecuencia del covid-19 y es el momento de redefinir la movilidad urbana apostando por soluciones sostenibles y seguras”. Para ello, entre las medidas formuladas en la “Hoja de Ruta FAMP para avanzar en tiempos del Covid-19: el valor de la gobernanza multinivel”, aprobada recientemente por la Comisión Ejecutiva de la Federación, ha propuesto rediseñar el sistema de transportes públicos, acomodar calles y espacios públicos, fomentar alternativas de movilidad personal como la bicicleta o la micromovilidad ya que son medidas que contribuirán a adaptar la movilidad a la nueva situación y preparar a los municipios andaluces a los nuevos escenarios tras la pandemia.

La Movilidad Urbana Sostenible es una de las variables fundamentales a tener en cuenta a la hora de plantearse los objetivos para un desarrollo más sostenible de los pueblos y ciudades de Andalucía. De hecho constituye un factor clave para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ya que impacta de manera transversal en varios de los objetivos y, en consecuencia, puede actuar como motor para avanzar en la consecución de la Agenda 2030.

La FAMP apuesta por elementos de la movilidad sostenible como la transición energética, la infraestructura para una logística eficiente, la regulación vehicular, los modelos de inversión en infraestructura, la educación en seguridad vial y la planificación urbana orientada a la movilidad ya que tendrían un gran impacto en 13 de los 17 ODS.

La repercusión del modelo de movilidad sobre la calidad de vida de la ciudadanía es de gran importancia ya que afecta a la calidad del aire, espacio público, seguridad, salud e integración social.

Una de las medidas que se ha de fomentar desde los Gobiernos Locales en el ámbito de la sostenibilidad del transporte es el cambio de tipo de vehículo de combustión por el eléctrico, por su potencial para contribuir a la consolidación de un modelo de movilidad más sostenible.

La FAMP ha participado junto con la Agencia Regional de Energía y Medioambiente de Algarve (AREAL) y la Asociación Portuguesa del Vehículo Eléctrico (APVE), durante los dos últimos años, en el proyecto europeo Garveland, liderado por la Agencia Andaluza de la Energía. Proyecto que culminó con la publicación de su Plan de Acción Integral de Impulso al Vehículo Eléctrico en la zona de Algarve y Andalucía (PIVEA+), un documento estratégico donde se realiza un diagnóstico de la movilidad eléctrica a ambos lados de la frontera que incluye líneas de actuación multidisciplinares a corto y medio plazo.

Este proyecto, enmarcado en el programa POCTEP de colaboración España-Portugal y con un presupuesto de 322.000 euros, ha establecido una red de comunicación y colaboración con agentes del sector de la movilidad eficiente que ha permitido conocer e identificar las necesidades y carencias del mismo y proponer medidas concretas realizables bajo las competencias de cada uno de los socios del proyecto.

Así, el PIVEA+ nace con 11 medidas, algunas ya se han puesto en marcha y otras se están desarrollando que tratan de dar respuesta a barreras y necesidades planteadas en materia normativa, financiera, tecnológica y de fomento.