DIARIO DE UN(A) PERIODISTA EN VERANO

Día 32. BioParc Fuengirola, una experiencia única para viajar a lo más recóndito de la selva sin salir de Málaga

Este diario va tocando a su fin. Escribimos las últimas páginas en contacto con la Madre Tierra, con nuestra parte más salvaje. Una experiencia inmersiva para nuestros sentidos en BioParc Fuengirola

Yolanda Guirado

Sevilla - Publicado el

4 min lectura

Va terminando la gira de verano de COPE Andalucía. Hemos recorrido la costa de este a oeste. Nos han faltado kilómetros y nos han sobrado ganas. Y sobre todo, hemos vivido y sentido esta tierra. Un año más. 

Hoy, después de tantas horas de radio, llegamos a la última parada. No hay mejor colofón para esta gira de verano. Las puertas de BioParc Fuengirola se abren de par en par. COPE Andalucíase adentra en la selva”. Y más difícil todavía, lo hace sin salir de la región.

UN TRONCO O UN RIACHUELO: LAS BARRERAS DE BIOPARC FUENGIROLA

BioParc Fuengirola nos reconecta con la naturaleza. Con nuestros sentidos. Y con nosotros mismos. Quien piense que Bioparc Fuengirola es un zoo, se equivoca. Nos lo cuenta Francisco de Asís García, director del parque: “Es una recreación de ecosistemas tropicales. Los animales viven en sus hábitats naturales. Atrás queda la idea de zoológico con barreras. En BioParc Fuengirola las barreras son naturales”. Un tronco, un riachuelo o una pirámide azteca. 

Cría de tapir malayo en BioParc Fuengirola

El parque es un pulmón verde. Un refugio climático. De pronto, parece que estamos en una selva de África, del Sudeste Asiático o de América del Sur y nos adentramos en la gesta de Magallanes y ElCano a través de la naturaleza. Real como la vida misma. Real como esos parajes recónditos, hábitat de los animales más salvajes de la Tierra. Algunos de ellos, aquí. A sólo unos metros

BIOPARC FUENGIROLA TAMBIÉN TRASNOCHA

Chimpancés, cocodrilos o flamencos. En África Ecuatorial encontramos áreas desbordadas por el agua y llenas de aves zancudas. Nos cruzamos con troncos caídos . Aquí se esconden algunos reptiles. Y un poco más allá, llegamos a esos valles de la República del Congo donde viven los primates. 

Francisco de Asís García nos cuenta que “su exuberante vegetación tropical, que proporciona sombra natural y frescor. Además durante el verano también abrimos por la noche”.  La visita nocturna es una experiencia envolvente, perfecta para adentrarse en el misterio de las selvas al anochecer. “Solo hasta el 31 de agosto los visitantes pueden disfrutar del parque hasta las 23h horas. Con ello, la actividad educativa y nocturna de aves y mamíferos, y las danzas africanas”.

PRIMATES ENTRE RUINAS ANTIGUAS

Seguimos avanzando. Descubrimos el Sudeste asiático, el Templo de Angkor en Camboya se convierte en el hogar de los primates entre ruinas antiguas. Y las minas abandonadas se convierten en refugios para reptiles. Nos cuenta el director que esta experiencia es “una oportunidad para vivir la naturaleza de forma diferente, educativa, responsable y refrescante."

El leopardo de Sri Lanka me mira fijamente. Su mirada impone tanto como su belleza. Me cuentan que es un depredador solitario y nocturno. (Ahora impone aún más). Y es que por momentos nos olvidamos de que estamos ante una recreación de las selvas de todo el mundo: “Es una cuidada recreación de la isla de Madagascar, África ecuatorial, Sudeste asiático, Indo-Pacífico y, como última incorporación, Centro y Sudamérica.” 

ESPECIES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Asia, África, América. Las selvas de todo el planeta nos esperan. Y es, como nos cuenta el director del parque: "BioParc Fuengirola es un recorrido por las selvas tropicales de todo el mundo." 

La mañana da para mucho. Paseamos por el parque con alguien que conoce muy bien a las especies que viven aquí. Jesús Recuero es director técnico de BioParc Fuengirola y veterinario. Nos cuenta el trabajo que hay detrás. El que no se ve durante las visitas y sin embargo es el más importante.

BioParc Fuengirola es un recorrido por las selvas tropicales del mundo

Francisco de Asís

Director de BioParc Fuengirola

El equipo de BioParc Fuengirola consigue conservar especies en peligro de extinción. Especies amenazadas como el tapir malayo, el dragón de Komodo, nutrias gigantes, gorilas, tigres de Sumatra o gibones de mejillas doradas.  

EN EL CORAZÓN DE LA SELVA... SIN SALIR DE ANDALUCIA

Aquí, en el corazón de Fuengirola (perdón, de la selva) han nacido nutrias gigantes del Amazonas, una especie en peligro crítico. Y cuando Jesús me habla de Tari, la cría de tapir malayo nacida el pasado mes de marzo, me doy cuenta de la implicación de este equipo con el bienestar animal.

Tari, la cría de tapir malayo no se esconde. Ajeno a todas las miradas, apenas se separa de su madre. Aunque hoy lo hemos pillado con su padre. Y eso es buena señal, nos dicen. Empieza a caminar solo. A ser independiente. Como tendría que serlo si viviera en la selva asiática.

RESPETO POR EL BIENESTAR ANIMAL

Jesús nos cuenta: “Trabajamos para la conservación de las especies. Tenemos que dotarlas de bienestar animal . Esa es la filosofía del parque. Por eso, Bioparc actúa como centro activo en programas europeos de reproducción de especies amenazadas.”

BioParc Fuengirola ha sabido respetar la llamada de la selva. Con eso nos quedamos. Voy dejando el diario porque no dejo de pensar en el tomistoma que tengo a solo unos metros. Para entendernos, un tomistoma es un cocodrilo que vive en el Sudeste asiático y que puede llegar a medir cinco metros. (Es para pensarse lo de seguir con el ordenador abierto…)