La quinta calle más cara de España nace de un laberinto de promiscuidad y navajas
La emblemática vía malagueña se inauguró en 1891 para sanear el centro y hoy es un referente comercial y escenario de los grandes eventos de la ciudad
Málaga - Publicado el
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Calle Larios se posiciona un año más como una de las calles comerciales más caras de España, ascendiendo a la quinta posición nacional. La emblemática vía malagueña, que este viernes enciende su famoso alumbrado de Navidad, tiene una historia que ha marcado profundamente la fisonomía y el imaginario de la ciudad.
Un proyecto para sanear la ciudad
La calle se inauguró en 1891 como una audaz intervención urbanística para crear una vía elegante destinada al comercio y al paseo. Su principal objetivo era sanear el centro histórico, que por entonces conservaba un trazado islámico de calles estrechas, zigzagueantes y con una notable falta de salubridad e higiene. Para su construcción se sacrificaron vías populares como Siete Revueltas o la calle del Perro, zonas de "cafés cantantes, lugar de promiscuidades, donde las navajas salían a relucir alguna que otra noche", según relata el historiador Salvador Jiménez.
Las navajas salían a relucir alguna que otra noche"
Presidente de la Asociación Cultural Zegrí
En 1880 se constituyó una sociedad anónima para financiar el proyecto, pero la familia Larios adquirió la mayoría de las acciones, asegurándose el control sobre el trazado. Esto permitió que la nueva vía, de 350 metros de longitud, partiese directamente desde su palacio, donde hoy se encuentra el edificio de la Equitativa, para conectar con la plaza de la Constitución. El diseño definitivo fue obra de los arquitectos Joaquín Rucova y Eduardo Strachan Viana-Cárdenas.
Imagen antigua de calle Larios
Arquitectura pensada para el futuro
La arquitectura de la calle destaca por sus esquinas redondeadas, que suavizan la perspectiva y fueron diseñadas para facilitar la ventilación y el futuro giro de los automóviles. Los edificios guardan una cuidada proporción, con una altura que duplica el ancho de la calle, lo que le confiere una gran armonía. Además, fue una de las primeras veces en la ciudad que se emplearon estructuras metálicas para superar las tres plantas de altura tradicionales.
Ya no hay singularidad de ninguna de las ciudades"
Presidente de la Asociación Cultural Zegrí
De los tacos de madera a la peatonalización
Originalmente, la calle fue pavimentada con tacos de madera a modo de parqué, un lujo que fue arrancado por la gran riada de 1907 y sustituido por solería de granito. Tras la Guerra Civil, algunos de sus edificios sufrieron daños por los bombardeos y tuvieron que ser restaurados. Sin embargo, la gran transformación no llegaría hasta el 14 de diciembre de 2002, cuando, entre una fuerte polémica, se decidió su peatonalización, una medida que se ha demostrado como un éxito.
Desde 2016, la calle ha vivido un cambio en su modelo comercial, con la progresiva desaparición del comercio tradicional en favor de las grandes franquicias internacionales. El historiador lamenta esta tendencia, señalando que "ya no hay singularidad de ninguna de las ciudades". Hoy, la mayor parte de los inmuebles siguen en manos de los descendientes del Marqués de Larios y de los herederos del empresario José Quesada, y la vía se ha consolidado como el gran escenario de la ciudad para eventos como la Navidad, el Carnaval o la Semana Santa.
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