Se ha cumplido un mes desde que estamos confinados en nuestras casas y todo hace indicar que esta medida se alargará al menos hasta el 10 de mayo. Sin embargo, somos muchos los que nos planteamos qué sucederá cuando volvamos a salir. El verano está a la vuelta de la esquina y eso conlleva que el lugar más visitado en esta estación del año es la playa donde las aglomeraciones diarias están aseguradas y por lo tanto las distancias de seguridad para evitar contagios por el COVID 19 son inviables. Para evitar esta situación y asegurarnos la distancia de seguridad en las playas una empresa italiana ha desarrollado una posible solución: se trata de cubículos de plástico transparente que aíslen a los bañistas en cada tumbona.

IDEA

Esta idea, que está todavía en fase de estudio, consiste en la instalación de dispositivos portátiles fabricados con hierro o aluminio y pantallas de policarbonato o plexiglas, lo que protegería a los bañistas de la tos y los estornudos de sus vecinos de toalla.

La empresa que ya trabaja en este proyecto es Nuovaneon y la idea les surge en medio de la tragedia de contagios por coronavirus que también se está viviendo en Italia: “Después de observar el uso de estas estructuras divisorias en hospitales y residencias de ancianos, hemos pensado que también podrían usarse en las playas”, explica su responsable de ventas de la empresa, Marco Giusti.

MEDIDAS

Estas estructuras tendrían unas dimensiones de 4,5 metros por lado y un acceso de un metro y medio de ancho, dentro del cual podríamos colocar nuestra hamaca, la sombrilla o cualquiera de los enseres habituales que llevemos a la playa y que nos quepa en este espacio.

Esta empresa italiana ya ha recibido solicitudes de varias empresas hoteleras, según explica Giusti, para quienes trabajan con proyectos personalizados a la espera de nuevas normativas oficiales que regulen el acceso a las playas.

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OPORTUNIDAD

La empresa originalmente nació concebida para el montaje de expositores para el sector de la cerámica y debido la crisis del coronavirus se vieron obligados a cerrar.Sin embargo encontraron un nuevo filón de negocio en este tipo de estructuras. Volvieron a abrir recientemente para fabricar pantallas protectoras para el personal sanitario, o estructuras de protección en restaurantes y oficinas, lo que ha tenido un gran éxito: “Primero nos llegaron solicitudes de los ayuntamientos y empresas para los que trabajamos normalmente, pero ahora tenemos muchos clientes nuevos. Hemos ampliado el negocio", apunta Marco Giusti.

Las pantallas divisorias se usarán en bares y restaurantes para separar a los distintos comensales, en oficinas públicas o incluso en parques de bomberos, según el responsable de la empresa, que asegura que el Ministerio de Interior ya les ha solicitado este material.

PENDIENTE DE LA LEGISLACIÓN 

El uso de estos cubículos en las playas, sin embargo, está todavía en el aire, ya que el Gobierno y las administraciones regionales todavía no han especificado si podrán abrir en verano y en caso de que lo hagan, con qué restricciones Giusti admite que están esperando a las "normativas oficiales" para saber cómo podrán fabricar estos dispositivos, por lo que por el momento están trabajando con hipótesis con las empresas hoteleras.

Como se puede comprobar con esta empresa italiana, en tiempos de crisis también es un tiempo de oportunidades.

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