Paro académico en la Universidad de Málaga: los alumnos inician una huelga por la 'asfixia' económica

Los más de 33.000 estudiantes de la Universidad de Málaga (UMA) están llamados a cinco jornadas de huelga, un paro académico que ha comenzado este lunes y se extenderá hasta el viernes. La convocatoria, liderada por el Consejo de Estudiantes, responde a lo que consideran una infrafinanciación que se traduce en un déficit de 24 millones de euros anuales en el presupuesto de la universidad.

Según cifras de la Consejería de Universidades de la Junta de Andalucía, la UMA recibe una media de 6.267 euros por alumno, 678 euros menos que la media regional, que roza los 7.000 euros. Esta brecha de financiación es el núcleo del descontento que ha llevado a la movilización estudiantil, que ya ha contado con una concentración ante la delegación de la Junta en Málaga.

La precariedad en las aulas

Las consecuencias de esta falta de presupuesto se sienten directamente en el día a día de las facultades. Mar García Vázquez, estudiante de tercero de Bellas Artes, en el campus de El Ejido, describe una situación límite. "Este año en tercero lo he visto: en mi clase, por ejemplo, no tenemos mesas, tenemos taquillas con tablas puestas encima, es muy incómodo para trabajar", lamenta. Asegura que su profesora ha solicitado mejoras "en múltiples ocasiones", pero la respuesta es siempre la misma: "La facultad es que no tiene más financiación, no tiene más presupuesto".

En mi clase no tenemos mesas, sino taquillas con tablas encima"

Mar García Vázquez

Estudiante de Bellas Artes en la UMA

La falta de recursos afecta también a prácticas esenciales, como el dibujo con modelos. Mar explica que su contratación se ha reducido hasta el punto de que una profesora les comunicó en una ocasión directamente: "Oye, chicos, que hoy no hay modelo porque es que no hay dinero". La precariedad llega a tal extremo que la facultad carece de cafetería; en su lugar, hay "un espacio autogestionado por el consejo de estudiantes", una habitación con muebles "que cogemos de la calle, que tira la gente" o donados por el profesorado.

Consecuencias directas para el alumnado

Javier Borrego, presidente del Consejo de Estudiantes de la UMA y alumno de Ingeniería Telemática, explica que la crispación ha ido en aumento, especialmente desde que "a las facultades y escuelas les redujeron al 30 por ciento el presupuesto" el año pasado. Esta medida, parte de un plan de ajuste de la universidad, ha generado "situaciones bastante peliagudas, digamos, para la educación de los estudiantes".

Como no hay suficiente financiación para contratar a suficientes profesores, es muy difícil encontrar tutores para los TFG"

Javier Borrego

Presidente del Consejo de Estudiantes de la UMA

Borrego enumera un abanico de problemas derivados de la infrafinanciación que afectan directamente al expediente académico. "Como no hay suficiente financiación para contratar a profesores, es muy difícil encontrar tutores para los Trabajos de Fin de Grado (TFG), es muy difícil encontrar horarios libres para tus profesores, las prácticas se hacen en grupos más grandes", detalla el representante estudiantil. Además, denuncia que "las infraestructuras de los sitios donde estudian muchas veces están en situaciones que no son óptimas".

A pesar del paro convocado, desde el Consejo de Estudiantes se garantiza el derecho de asistir a clase para quien lo desee. "La gente que quiera ir a clase tiene que poder seguir sus clases", afirma Borrego. La semana de movilizaciones culminará el próximo viernes con otra concentración, esta vez en la puerta de la Facultad de Turismo, en el campus de Teatinos, para seguir visibilizando una situación que consideran insostenible.