Estamos viviendo tiempos de continuos cambios. Nada se parece a lo de ayer y se parece poco a lo que vendrá mañana. La pandemia nos obliga a adaptarnos a una realidad distinta a la que estábamos acostumbrados. Lo digital se impone a lo presencial en todos los aspectos de nuestra vida. Compramos por internet, hacemos deporte a través de aplicaciones digitales y las reuniones de trabajo se hacen ahora de manera telemática.

Nuestra salud tampoco es ajena a estos cambios, el miedo al contagio y la necesidad de quedarnos en casa ha propiciado que cambiemos las consultas de los centros de salud y hospitales por el teléfono y las plataformas digitales. Se esperaba que en el sector de la medicina estos cambios que vivimos se fuera instalando paulatínamente durante los próximos tres años.

Sin embargo, la realidad ha sido bien diferente y el proceso se ha acelerado de una manera espectacular y en cuestión de meses la "telemedicina" se ha impuesto a la consulta tradicional. De hecho, este sistema ha sido de gran ayuda a la hora de controlar los contagios y de detectar las patologías de los pacientes: “Estos avances ofrecen la posibilidad de gestionar de forma más eficiente los hospitales, los centros sanitarios y los pacientes, así como investigar las nuevas enfermedades, como la COVID-19, para poder ofrecer una detección precoz y unos cuidados más específicos, minimizando los daños en el paciente y los contagios”, destacan desde ASHO, empresa líder en asesoramiento hospitalario y codificación clínica en España.

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��❗️¿Sabes qué es la "lengua #COVID19" ��? @Timspector, epidemiólogo británico afirma que cada vez más casos presentan este síntoma. Ayer en La Linterna de @COPE habló de ello @ExpositoCOPE Si queréis escucharlo de nuevo, os dejamos el enlace ����https://t.co/GOXXGkZFkE

— Aegon Seguros (@aegonseguros) January 22, 2021

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La tecnología ha jugado un papel fundamental gestión de la crisis sanitaria. Consultas virtuales, por teléfono, resultados por internet o seguimiento de pacientes a distancia se han vuelto una realidad y tienen todos los números para quedarse una vez pase la crisis, ya que han traído muchos beneficios para el sector y han comprobado ser efectivas, mejorando la gestión, reduciendo listas y tiempo de espera, evitando desplazamientos innecesarios y desburocratizando la atención.

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Cada vez hay más empresas que se dedican a prestar servicios de telemedicina, los centros educativos en muchos casos también se decantan por fortalecer esta rama de atención a los pacientes y de esta manera poder atender a los potenciales usuarios de manera más segura.

Lo que hay que dejar claro es que la medicina telemática no vale para todo, y así lo expresan las diferentes ramas que componen el sector sanitario. Para poder llevar a cabo una eficaz medicina telemática hay que tener una adecuada formación y por ello reclaman poner orden a esta práctica clínica, marcarle unos límites y proveerla de más recursos para infraestructuras y formación de los profesionales en competencias digitales.

LA TELEMEDICINA SE IMPONE DURANTE LA PANDEMIA

En la tercera edición de Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon, que se centra en el análisis del estado de salud, estilo de vida, hábitos y conductas relacionados con la salud de los españoles, se puede ver reflejado que uno de cada tres encuestados afirman haber usado la telemedicina durante la pandemia. Además 7 de cada 10 usuarios de la telemedicina declaran que les ha sido muy útil. La medicina telemática ha abierto el camino para dejar atrás largos procedimientos que incomodan al paciente y retrasan al médico. Se ha podido comprobar que muchas de las operaciones que se llevaban a cabo no eran necesarias y que el uso de medios telemáticos complementarios resulta en una mayor eficiencia del sector.

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De hecho, según la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), los médicos de cabecera, durante la pandemia, realizaban una media de 32 actos médicos a través de la telemedicina y reducía apenas a una decena el número de pacientes que eran atendidos de forma presencial. En este contexto, desde ASHO evidencian que “este proceso facilitó que los pacientes que de verdad necesitaban una atención presencial fueran atendidos de manera más rápida y con un mayor cuidado médico, ya que las demás patologías no dejaron de existir en tiempos de COVID-19”.

Los tiempos avanzan de manera vertiginosa y la medicina no se queda atrás, probablemente en un tiempo no muy lejano lo inusual será acudir a la consulta médica. Pero para ello antes debe producirse una renovación tecnológica en el sector sanitario, que en muchos casos aún está obsoleto.

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