Cuesta imaginarlo, pero es real. A simple vista nos parecerá imposible, pero existe un lugar en el mundo donde podemos tocar a la vez los continentes de Europa y América, más concretamente Norteamérica. Aunque para poder hacerlo deberemos sumergirnos en las frías aguas de Islandia.

Si visualizamos un mapa del mundo o cualquier bola del planeta tierra que solemos tener en casa a modo de lámpara, creeremos que el océano Atlántico separa en miles de kilómetros a Europa de América, sin embargo, no siempre las cosas son como parece. A priori, la distancia más cercana entre Islandia y América del Norteamérica es de 4560 kilómetros, pero debajo de las cristalinas aguas de Islandia esa distancia es casi inexistente.

FALLA DE SILFRA

El lugar mágico para poder bucear entre dos continentes se encuentra en el Parque Nacional de Thingvellir, a unos 45 kilómetros de Reykjavik. Este parque protegido es una auténtica maravilla de la naturaleza. Su paisaje quebrado guarda uno de los mayores maravillas del mundo: La falla de Silfra, una grieta entre continentes formada por el movimiento constante de dos placas tectónicas: la norteaméricana y eurasiática. Cada año, estas placas se separan una distancia de dos centímetros, lo que propicia un incremento de la tensión entre las placas y la parte terrestre.

Hace 300 millones de años, el mundo no era tal y como lo conocíamos. Todos los lugares terrestres estaban unidos en un mismo continente: "Pangea". Sin embargo, el movimiento abrupto de las placas tectónicas fue provocando que la tierra se fuera moviendo y distanciánose entre sí cada vez más hasta originar el mundo que conocemos hoy.

BUCEAR ENTRE DOS CONTINENTES

Una vez que conocemos la explicación geológica, toca adentrarse en la naturaleza y descubrir de manera práctica la teoría que hemos aprendido. Para poder iniciar nuestro reto de adentranos entre dos continentes debemos ponernos un traje de buceo de neopreno. El lugar indicado para sumergirnos son las aguas del glaciar Langjökull. Se tratan de unas aguas cristalinas que nos permite ver con nitidez una distancia de más de 100 metros. La temperatura de las aguas es de 2 a 4 grados por lo que el tiempo de buceo no deberá exceder más de 30 minutos, ya que de lo contrario podríamos tener el riesgo de congelarnos. Las aguas procedentes del glaciar están libres de restos orgánicos y por tanto no hay vida en ellas, lo que explica la limpieza y pureza de este agua. La explicación se encuentra en la historia. Hace miles de años la erupción del volcán Skjaldbreidur, provocó la creación de lava porosa detuvo el desarrollo normal del río. Es por ello que para que las aguas del lago Thigvallavatn lleguen a la falla de Silfra deben pasar entre treinte y cien años hasta que finaliza su viaje subterráneo.

Una vez que estamos dentro del agua de Silfra, esta maravilla de la naturaleza nos es difícil de encontrar. Existen cuatro lugares para realizar la la inmersión: "La Gran Grieta", este es el punto más estrecho del lugar sólo separado por 50 centímetros y que nos permitirá poder tocar los dos continentes a la vez. Además esta es la parte más profunda de la falla que puede alcanzar hasta los 45 metros. Otro de los lugares que nos permite bucear entre Europa y América es "La Sala Silfra" donde la grieta se ensancha y se puede encontrar cuevas subterráneas. "La Laguna de Silfra" es el lugar donde se puede apreciar multitud de algas y por último encontramos "La Catedral de Silfra" donde podemos comprobar el paso de la lava entre las paredes de la falla.

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El planeta Tierra está llena de lugares mágicos, la falla de Silfra es uno de ellos. Esta maravilla que conocemos hoy será muy diferente dentro de cientos de años, donde probablemente, ya no podremos tocar a la vez dos continentes: Europa y América.

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