Actualmente, se conoce las múltiples propiedades saludables del AOVE, para adquirir estas propiedades el aceite debe ser Virgen Extra de excelente calidad, preservando todos los compuestos minoritarios que posee. Para preservar estos componentes, el almacenamiento y conservación del AOVE se debe de priorizar, porque de ello, en gran medida va a depender que no se pierdan las potencialidades del AOVE.

En los últimos años se ha investigado y se han desarrollado numerosos métodos de conservación, recurriendo a técnicas como el uso del nitrógeno líquido, esterilización, bodegas perfectamente aclimatadas y numerosos envases que preservan estos componentes intactos hasta la hora de su consumo.

Pero esto no solo se contempla ahora, ya se hacia en tiempos romanos, donde el aceite, transportado en ánforas, jarrones de barro de forma oval con dos asas y cuello estrecho. El cuello estrecho, facilitaba su cierre hermético, para que el aceite no perdiera sus propiedades y pudiera ser transportado a cualquier parte del planeta vía marítima o terrestre.

Todo ello se puede corroborar en el ultimo hallazgo de un naufragio romano producido en las aguas mediterráneas de la costa de Mallorca, donde se ha descubierto un barco hundido que data del siglo III d.C. El barco que se conserva en casi perfectas condiciones, se cree que encalló en la costa producto de la colisión con una gran roca o acantilado lo que provoco, que se inundara de agua, sumergiéndose en el fondo del mar durante cerca de casi dos milenios.

El verdadero tesoro que escondía el naufragio son las ánforas en perfectas condiciones que se han encontrado en él, conteniendo verdaderos manjares, AOVE como producto estrella, vino y garum, una especie típica romana que se elaboraba a base de pescado, AOVE, vino y especias y que se popularizó en todo el imperio traspasando fronteras. Esto no solo es un hallazgo de gran índole arqueológica, que nos acerca cada vez mas a uno de los mayores imperios de la época, si no que, gracias a este naufragio, se ha descubierto, que las propiedades inigualables del AOVE pueden perdurar durante siglos, convirtiéndose por ello, el AOVE  en un producto universal que perdura a través de los siglos, el aceite recuperado se encuentra en casi perfecto estado para poder consumirlo tras haber sido conservado de forma casi perfecta tras 2.000 años mantenido en estado de plena hermeticidad.