La Guardia Civil, concretamente componentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, iniciaron la Operación ORETANE, al tener conocimiento desde el Servicio de Bienes Culturarles de la Delegación Territorial de Cultura y Patrimonio, que habían detectado a “una persona , que estaba ofertando piezas arqueológicas a través de Internet procedentes de Jaén”.

En el transcurso de las investigaciones, se pudo comprobar que las piezas arqueológicas puestas a la venta "on line", se trataban de exvotos íberos, procedentes de la Cueva de la Loba de Santa Elena (Jaén), pero que la persona que trataba de comercializar con ellas, tenía residencia en una localidad de Sevilla. Componentes del Seprona, se desplazaron a una localidad de Sevilla, donde recuperaron 195 piezas, entre ellas 16 exvotos íberos, con un gran valor para el patrimonio histórico y cultural Siguiendo con la investigación, se pudo constatar, que el presunto autor, a pesar de estar investigado en diligencias judiciales, seguía con la actividad de venta de piezas pertenecientes al Patrimonio Histórico, a través de Internet.

En vista de lo anterior, la Guardia Civil, inició una segunda fase de la Operación, que concluyó con varios registros, tanto en el domicilio del presunto autor, como en varios locales, localizados en la investigación, en los cuales se estaban almacenando piezas, todos en una localidad de Sevilla. En estos registros se intervinieron 1.200 piezas, pertenecientes al patrimonio histórico, siendo detenido el propietario de éstos, como presunto autor, Contra el Patrimonio Histórico, Apropiación Indebida y Receptación.

El Modus operandi del presunto autor consistía en la recopilación de piezas pertenecientes al Patrimonio Histórico, procedentes de expolios, adquiriendo algunas directamente a expoliadores o a través de intermediarios, para ofertarlas a través de páginas de compra-venta por Internet o en mercadillos.

Según informes emitidos, por el Museo Íbero de Jaén, y por la Delegación de Cultura en esta provincia, las piezas intervenidas en un primer momento tienen un valor en el mercado 93.859,74€, pudiendo incrementarse bastante a la espera de la valoración de las intervenidas en los registros. Cabe destacar, que los expoliadores causan daños irreversibles en los yacimientos, así como la información que desaparece mediante el expolio de dichos yacimientos, información que ya no se puede recuperar