OPINIÓN
Las divinas palabras de Ernesto Medina: Hoy: El anís Castillo de Jaén y el paro
"Era la hora de la sobremesa. Consumido el café, se me antojó alguna golosina para entretener la tarde que se cernía ventosa y fría"

Las divinas palabras de Ernesto Medina: Hoy: El anís Castillo de Jaén y el paro
Jaén - Publicado el
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En busca de la inspiración los artistas franceses se metían entre pecho y espalda absenta, un licor de tal graduación -hasta 89 grados- que llegó a estar prohibido. Sus acólitos la denominaban el Hada Verde. Contiene tres productos que se conocen por la Santísima Trinidad: ajenjo, hinojo y anís.
En tiempos más recientes el LSD -dietilamida de ácido lisérgico- era el acicate de la generación psicodélica-del griego, psique, mente, y delé, evidente- porque provoca alucinaciones de colores, formas y movimientos.
Para hallar las musas o comprender la realidad algunos justifican el uso de drogas. Yo, en cambio, prefiero remedios mucho más inofensivos para vislumbrar los entresijos de la política giennense. Me enteré con desagrado de que otra vez estamos en los puestos de cola del paro y de la creación de empleo. Los datos son demoledores. Según la última EPA (encuesta de población activa) nuestra provincia tiene la tasa de paro más alta de Andalucía y la segunda de España. Ahí es nada. Mi gozo por la medalla de bronce en lances amatorios ha durado escasamente un mes.
En estas tristes cavilaciones andaba yo cuando empecé a leer las declaraciones de nuestros responsables políticos. Una combinación de productos de la tierra me alumbró la verdad. Era la hora de la sobremesa. Consumido el café, se me antojó alguna golosina para entretener la tarde que se cernía ventosa y fría. Recurrí a mi Santísima Trinidad invernal. A saber, una copita de anís Castillo de Jaén, una hojaldrina de Mata (Alcaudete) y un rosco de vino elaborado por Campos en Arjona. Fuese el azúcar, la tradición giennense de los productos o los leves efluvios alcohólicos del licor me expliqué al instante las razones de nuestro elevado paro. Es el argumento con el que los políticos provinciales zarandean al rival. A criterio del PP la culpa, culpita es del pérfido gobierno de Pedro Sánchez. Por el contrario, el PSOE condena a Juanma Moreno por su incapacidad para activar políticas de empleo. Llevan cargando las responsabilidades en el adversario desde el principio de los tiempos, al punto que la ráfaga de luz que me inundó me hizo comprender que si no tuvieren una razón para rajar del contrario son tan inanes de pensamiento e ideología que no sobrevivirían políticamente.
Pero mientras discuten, penamos la ausencia de soluciones. Dolor que no lo curan ni el anís, ni la hojaldrina ni el rosco de vino. Aunque un poco sí que consuelan.
Palabras, divinas palabras



