¿Estás haciendo esto antes de encender el aire? Revisa tu equipo

Se acaba mayo, suben los termómetros y, como cada año, llega también esa primera y temida ola de calor que nos lanza de cabeza al mando del aire acondicionado. Pulsamos el botón “ON” con alivio, pero... ¿alguna vez te has preguntado si eso basta? La respuesta es sencilla: no. Antes de poner a trabajar el aparato como si no hubiera un mañana, conviene repasar algunas claves que marcarán la diferencia entre un hogar fresco y una factura de la luz disparada.

Porque sí, usar bien el aire acondicionado no solo implica confort, sino también eficiencia energética, ahorro y salud para tu equipo. 

 El paso cero: mantenimiento, el gran olvidado  

Antes de encender el aire acondicionado por primera vez cada temporada, hazte esta pregunta: ¿cuándo fue la última vez que limpiaste los filtros?

Los filtros sucios hacen que el aire no fluya correctamente, provocando que el sistema consuma más energía y enfríe menos. Un lavado con agua tibia y un buen secado bastan para empezar con buen pie. Si además echas un vistazo a la unidad exterior y retiras hojas o suciedad acumulada, mejor aún.

Y ojo: una revisión profesional anual nunca está de más. Detectar a tiempo una fuga de gas o un compresor forzado puede ahorrarte un disgusto mayor y una buena suma de euros. 

 ¿A cuántos grados hay que poner el aire acondicionado?  

Este es un clásico del verano. Y también un error común: poner el aire a 19 °C creyendo que así enfriará más rápido. La realidad es que el compresor funcionará más tiempo y tú no notarás diferencia... salvo en la factura de la luz.

La temperatura ideal en casa durante el verano es de entre 24 y 26 °C. Es suficiente para sentir confort térmico sin gastar de más. Además, si tu equipo cuenta con modo ECO o ahorro, úsalo sin miedo: está diseñado para mantener una temperatura constante sin tirones de consumo.

Otra clave: evita los cambios bruscos. Si vienes de la calle a 38 °C, no necesitas que tu salón esté a 21. Tu cuerpo agradece una transición suave. 

 Trucos sencillos para enfriar la casa sin abusar del aire  

No todo pasa por tener el split a tope. Hay pequeños gestos diarios que ayudan, y mucho.

• Ventila temprano: aprovecha las primeras horas de la mañana para renovar el aire sin calor.  
• Baja persianas y corre cortinas en las horas de más sol: así evitarás que el calor se instale en casa.  
• Sella bien puertas y ventanas: cada rendija por donde se escapa el frío... es dinero que se va.
• Combina el aire con ventiladores: mueven el aire frío por la estancia y permiten subir uno o dos grados el termostato sin perder frescor. ¿Quieres ahorrar en la factura de la luz? Entonces, no lo pongas en automático

Con el precio de la electricidad por las nubes, cada kilovatio cuenta. Y el aire acondicionado puede ser un gran consumidor... o un aliado, si lo usas con cabeza.

Si estás pensando en renovar tu aparato, busca uno con tecnología inverter y etiqueta A+++. Son más caros al principio, sí, pero consumen hasta un 40% menos a largo plazo. Y eso, créeme, se nota en cada factura.

En resumen: usar bien el aire acondicionado no significa pasar calor, sino hacerlo de forma inteligente. Un buen mantenimiento, ajustar la temperatura ideal, y aplicar algunos trucos caseros te permitirán sobrevivir a la ola de calor sin sudores ni sustos económicos.