El repertorio elegido por Wiliam Kanengeiser para su concierto en el VI Festival de la Guitarra de Granada está al alcance de muy pocos, especialmente por sus incursiones en la música contemporánea. Comenzó con dos obras de carácter más habitual, como las Joaquín Turina o John Duarte, ambos del siglo XX. Después se adentró en una serie de piezas contemporáneas, encargo las más de las veces del propio compositor a distintos autores que mostraba la universalidad de la guitarra en distintas culturas de todos los continentes y que además de referencias a su papel en la historia, se acercaban al presente, a través de una serie de diálogos que se tejían a través de interpretaciones que requieren un virtuosismo especial, sobre todo cuando se trata de imitar con la guitarra, algunos sonidos de otros instrumentos. Fue de esta manera un viaje de un extenso recorrido.

Golfam Khayam, Bryan Johanson, Andrea Clearfield, Dusan Bogdanovic o Brian Head nos hacían caminar entre la modernidad y la tradición, a través de partituras que iba dando a conocer Kanengeiser. Más apegadas a lo primero estuvieron las obras de Leo Brower. Un público de atentos espectadores iba reconociendo cada uno de estos momentos.

Tributo a Lisa Hurlang

El concierto estaba dedicado a Lisa Hurlang, quien ha sido responsable de la difusión de la guitarra granadina por el mundo, desde la primera visita a nuestra ciudad en 1959. La norteamericana que vive ahora entre nosotros, en una tierra de la que se enamoró desde el principio, tuvo la oportunidad de recoger desde el patio de butacas del Teatro del Centro Federico García Lorca, el tributo en forma de aplauso, por una labor sin la cual los luthiers que trabajan junto a la Alambra, hubiera sido difícil que lograran el reconocimiento internacional que tiene en la actualidad y se propuso antes del concierto la oportunidad de que esta labor tuviera algún tipo de refrendo de carácter institucional.