El pescado se consolida como pilar de la dieta saludable y sostenible a cualquier edad
Nuevos estudios confirman su papel crucial en la prevención de enfermedades y el desarrollo cognitivo, todo ello con una huella de carbono sorprendentemente baja

Estudio sobre los beneficios del pescado
Granada - Publicado el
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El reto de alimentar a una población mundial que superará los 11.000 millones de personas este siglo exige un nuevo modelo de producción y consumo. En este contexto, el pescado se posiciona como un alimento fundamental para lograr una dieta nutritiva y sostenible, gracias a su excepcional aporte de proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos omega-3.
Beneficios demostrados en todas las edades
La alimentación es un factor crítico durante los 1.000 primeros días de vida, que comprenden desde el embarazo hasta los dos años. Los ácidos grasos omega-3, especialmente el DHA, son cruciales para el desarrollo cerebral y de la retina, pero un estudio reciente en España revela que solo el 25 % de las embarazadas cumple las recomendaciones de ingesta de pescado.
En la infancia y la adolescencia, etapas con una baja adherencia a las dietas tradicionales, el consumo de pescado es clave. Según el estudio ALADINO 2023, un 36,1 % de los escolares españoles de 6 a 9 años presenta exceso de peso, y el pescado ayuda a inhibir procesos inflamatorios ligados a la obesidad y la diabetes tipo 2.
Un escudo para el corazón y el cerebro
La evidencia científica asocia de forma consistente el consumo de pescado con una mejor salud. Un metaanálisis de 2021 concluyó que "un consumo mínimo de 175 gramos de pescado semanalmente se asocia con menor riesgo de eventos cardiovasculares y mortalidad".
La protección cerebrovascular es otro de sus grandes beneficios, extendiéndose a la prevención del ictus, primera causa de muerte en mujeres españolas. Además, un metaanálisis de 2024 ha determinado que el consumo de pescado "es capaz de reducir el riesgo de desarrollo de enfermedad de Alzheimer y demencia en un 20 y 18 %, respectivamente".
Este alimento también es un pilar para un envejecimiento saludable, ya que reduce la fragilidad en ancianos y se asocia a una menor incidencia de ciertos tumores, especialmente los digestivos. El consumo de 175 gramos semanales ha demostrado reducir la mortalidad cardiovascular entre un 15 % y un 27 % en este grupo de edad.
Una opción sostenible y de bajo impacto
Desde el punto de vista ambiental, el pescado de la flota europea es una opción sostenible. Las dietas atlántica y mediterránea, que lo incluyen, tienen una huella de carbono de solo 3 kg de CO₂ por persona y día. Además, la huella hídrica del pescado fresco es prácticamente nula, la más baja en comparación con cualquier otro alimento.
Aunque la presencia de metilmercurio en grandes especies depredadoras ha generado debate, un estudio español confirmó que el 98,8 % de las muestras de pescado estaban por debajo del límite máximo tolerable. La presencia de selenio en el propio pescado ejerce además una acción protectora frente a la posible toxicidad del mercurio, haciendo su consumo seguro.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



