Pepe Romero inaugura en el Palacio de Carlos V el Memorial Ángel Barrios
La música del compositor granadino y otros autores con los que cultivó la amistad ha sido la protagonista de este extraordinario recital.

Pepe Romero en el Palacio de Carlos V
Granada - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El compositor García Román escribió en una ocasión que a Granada le había tocado la lotería el día que Manuel de Falla decidió instalar su residencia en el barrio de la Antequeruela. Otro tanto se podía decir del momento en que Pepe Romero decidió vivir en el Sacromonte. Su presencia, además de suponer un orgullo para la ciudad, ha servido para impulsar iniciativas como el Festival de la Guitarra que desde hace nueve años se celebra en Granada.
Pepe Romero ha sido el encargado de inaugurar el Memorial Ángel Barrios que ha organizado el Patronato de la Alhambra, con la participación de la Fundación Europea de la Guitarra. Sin duda que ha sido todo un acierto. El guitarrista tuvo la oportunidad de conocer al propio Ángel Barrios , dado que mantenía una especial amistad con su padre Celedonio Romero. De la misma manera se puede indicar que también cabe calificarse como un acierto la realización de este memorial.
La actuación de Pepe Romero tuvo lugar en el Palacio de Carlos V. El patio circular de este monumento es un espacio complejo. Situar a un solista, más aún de guitarra, en el inmenso escenario que allí se instala y que está ideado para las orquestas sinfónicas, puede empequeñecer su imagen, pero en el caso de este artista, se puede asegurar que su figura contribuía a engrandecer el espacio, con un patio de butacas repleto para seguir una actuación, la primera después de una operación que le ha tenido apartado durante varios meses de su actividad como concertista.
un programa atractivo
El programa elegido por Pepe Romero cabe ser calificado como adecuado y de máximo rango. Lo tituló Ángel Barrios y sus amigos y grandes compositores españoles. El argumento era válido y así comenzó con Arroyos de la Alhambra, del propio Ángel Barrios, y continuó con autores con los que mantuvo una especial relación como Albéniz, Turina, Moreno Torroba, Joaquín Malats, Granados, Tárrega o el padre del intérprete, Celedonio Romero. Se escogió de cada uno de ellos algunos de sus temas más populares como Granada de Albéniz, el Capricho Árabe de Tárrega, la Danza nº 5 de Granados o la Fantasía Cubana de Celedonio Romero. Cada uno de los temas fue introducido de propia voz por el guitarrista con anécdotas referentes a estas músicas y su tiempo, que ayudaron a comprender mejor todo cuanto se escuchó con la maestría habitual de Pepe Romero.
sonida natural
Una de las características del concierto fue que se ofreció sin amplificación. Quedó mostrada así la extraordinaria acústica del recinto, tal y como han puesto de manifiestos recientes estudios de físicos que lo sitúan al mismo nivel que las grandes salas de concierto de Europa, pese a tratarse de un espacio al aire libre. La interpretación de Pepe Romero no necesitó asentarse en la velocidad, como sucede con demasiada frecuencia en la actualidad, y supo adaptarse desde el primer momento al lugar en el que se encontraba.
Evocar la figura de Ángel Barrios es de justicia. Hacerlo en la Alhambra todavía cobra más sentido, pues aquí se encuentra su museo. Que el encargado de llevarlo a cabo sea Pepe Romero, un lujo merecido.