El PP, encabezado por la exconsejera de Fomento Marifrán Carazo, ha ganado por mayoría absoluta las elecciones municipales en Granada capital al obtener 15 de los 27 concejales en juego, seguido del PSOE, que mantiene sus 10 ediles, mientras que Vox retrocede uno y se queda con dos y quedan fuera de la corporación tanto Cs como las coaliciones de izquierda.

Al 98,82 % del escrutinio, el PP obtiene más de 48.000 votos (45 %), 20.000 más que en las elecciones de 2019, y pasa de los 7 representantes que obtuvo en 2019 a lograr más del doble.

Por su parte, el PSOE, que ha gobernado la segunda mitad de este pasado mandato con Francisco Cuenca como alcalde, mantiene el mismo número de concejales aunque se deja un millar de apoyos por el camino y se queda con algo más de 35.200.

En una corporación municipal con dos bloques claramente definidos, Vox impide el bipartidismo al salvar dos de sus tres concejales, mientras que quedan fuera del Ayuntamiento Cs, que llegó a tener cuatro representantes, y las coaliciones de izquierda (Granada Unida y Podemos), que pierden sus tres ediles penalizados por la fragmentación del bloque.

Con la llegada de Carazo por mayoría absoluta al Ayuntamiento, Granada deja atrás un mandato convulso y atípico después de que el pacto de gobierno entre PP y Cs con el que se inició saltara por los aires a los dos años de iniciarse por la negativa de Ciudadanos a ceder el bastón de mando al Partido Popular en virtud del acuerdo verbal al que, según el grupo municipal del PP, habían llegado para repartirse la alcaldía.

Además, el PP recupera una mayoría absoluta que mantuvo durante 13 años con José Torres Hurtado y que acabó en mayo de 2016 con su detención por la operación "Nazarí" contra una trama de presunta corrupción urbanística.

Esa salida precipitada de Torres Hurtado convirtió al socialista Francisco Cuenca en alcalde, puesto que ha ocupado durante cinco años de manera intermitente.