La implantación de la ZBE aspira a reducir un 32% las emisiones que genera el tráfico
El próximo mes de octubre entra en vigor del periodo sancionador

Ana Agudo, concejal de movilidad
Granada - Publicado el
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La concejal de Movilidad, Ana Agudo, ha informado de que desde el Ayuntamiento de Granada se ultima la puesta en marcha definitiva de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), "una medida clave para reducir la contaminación y mejorar la salud de los ciudadanos, para lo que todo está prácticamente preparado".
Se trata de un proyecto enmarcado en la normativa estatal y europea de calidad del aire que tiene el ambicioso objetivo de reducir en tres años las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en 23.021Kg (un 32%) y en 2.485Kg las partículas en suspensión (un 34%) que genera el tráfico en la ciudad de Granada en un periodo de tres años, ha indicado el Ayuntamiento en un comunicado.
Además, aspira a reducir en un 26% las emisiones de CO2 relacionadas con el tráfico que, aunque no vinculadas directamente a la calidad del aire, contribuirán al cumplimiento de los compromisos climáticos locales y nacionales.
Estos objetivos de reducción de contaminantes se conseguirán con una transición durante dichos tres años, plazo en el que la medida se revisará para poder ser replanteada en función de sus resultados, de un 8% de los vehículos que hoy circulan por la ciudad hacia otros modos de transporte más sostenible, como el bus urbano e interurbano, el metro, los vehículos de movilidad unipersonales o la movilidad activa (peatonal y ciclista).
Tras meses de trabajo, señalización y campañas informativas, el tramo final de su implantación progresiva llega el próximo mes de octubre, con la entrada en vigor del periodo sancionador, una vez que la ciudad y los vecinos han tenido tiempo de adaptación a la nueva normativa.
Así, con el objetivo de garantizar una aplicación eficaz y cercana, el Ayuntamiento reforzará durante este mes la campaña de comunicación sobre la Zona de Bajas Emisiones, que se difundirá tanto en medios de comunicación como en redes sociales.
Esta estrategia, liderada por la alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, persigue "trasladar a la ciudadanía todos los detalles sobre el funcionamiento de la medida, así como sobre los reglamentos que la regulan".
Agudo ha subrayado que "la comunicación se refuerza de manera especial durante el mes de septiembre, con el objetivo de que los granadinos estén totalmente familiarizados con la ZBE para la entrada en vigor del periodo sancionador en el mes de octubre".
Ha agregado que un aspecto "fundamental" será la información relativa a la lista blanca de excepciones, en la que se contemplan casos específicos como el de los mayores de 67 años del área metropolitana, quienes han solicitado mayoritariamente autorizaciones para el uso de vehículos considerados altamente contaminantes de acuerdo con la normativa europea.
Agudo ha manifestado que "estas excepciones se han trabajado durante meses con rigor administrativo, contemplando todas las alegaciones, para dar respuesta a las necesidades de este colectivo y a otros muchos".
También ha remarcado que "la calidad del Aire de nuestra ciudad es algo que debe preocuparnos a todos pues ya está afectando a nuestra salud, y más directamente a nuestros niños y mayores. Granada respira mejor cuando trabajamos juntos por un modelo de ciudad más verde y menos contaminada en el que todos nos tenemos que implicar y poner nuestro granito de arena. Si puedes desplazarte sin coger el coche, la ciudad te lo agradecerá".
Así, ha incidido en que la implantación de la Zona de Bajas Emisiones "no es únicamente una medida de movilidad, sino una acción prioritaria de salud pública". La reducción de emisiones contaminantes contribuirá de manera directa a mejorar la calidad del aire que respiran los granadinos y a hacer de la ciudad y su área metropolitana un entorno más saludable y habitable.
Por ello, ha incidido, "desde el equipo de gobierno se hace un llamamiento a la colaboración ciudadana para afrontar este cambio con responsabilidad y compromiso".
"Este proyecto debe entenderse como un logro colectivo que nos implica a todos. Con la colaboración de todos los granadinos conseguiremos avanzar hacia una Granada más sostenible, con mejor calidad de vida y un aire más limpio", ha señalado Agudo.OBJETIVOS DE LA ZONA DE BAJAS EMISIONES
Por otro lado, ha detallado que la calidad del aire en Granada es uno de los asuntos que más preocupan a sus ciudadanos, por considerarse una de las peores de todo el país. Muchos aspectos contribuyen a esta mala calidad del aire, más allá de cuestiones como la ubicación en la ladera de Sierra Nevada y la proximidad al Sahara sobre los que las administraciones no tienen ningún control.
El tráfico rodado es sin duda uno de los contribuyentes clave en los altos niveles de contaminantes que afectan a nuestra salud. Según informes de la OMS y la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación del aire es responsable de decenas de miles de muertes prematuras en España cada año.
También existen numerosos estudios que vinculan la contaminación del aire no solo a enfermedades respiratorias, sino también a patologías cardiovasculares. En lo que llevamos de 2025, la ciudad ya ha registrado un 8,6% de días con calidad del aire regular y 5,6% mala.
Por todo ello, Granada "da un paso decisivo hacia un futuro más sostenible" con la última fase de la implantación de su Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que dará comienzo el próximo 1 de octubre, una medida que "transformará la movilidad urbana y reducirá significativamente el impacto ambiental en la ciudad".
Así, han reiterado que el proyecto, enmarcado en la normativa estatal y europea de calidad del aire, tiene "el ambicioso objetivo" de reducir en 23.021Kg las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) (un 32%) y en 2.485Kg las partículas en suspensión (un 34%) que genera el tráfico en la ciudad de Granada en un periodo de tres años.
Además, aspira a reducir en un 26% las emisiones de CO2 relacionadas con el tráfico que, aunque no vinculadas directamente a la calidad del aire, contribuirán al cumplimiento de los compromisos climáticos locales y nacionales.
También han recalcado que estos objetivos de reducción de contaminantes se conseguirán con una transición durante dichos tres años de un 8% de los vehículos que hoy circulan por la ciudad hacia otros modos de transporte más sostenible, como el bus urbano e interurbano, el metro, los vehículos de movilidad unipersonales o la movilidad activa (peatonal y ciclista).
De igual modo, se contempla en el modelo utilizado una migración paulatina a vehículos menos contaminantes. A esta transición en el modo de movernos es necesario implicar a toda la ciudadanía, no sólo a través de medidas restrictivas en la circulación de algunos vehículos sino concienciando a la población de que la calidad del aire es una cuestión de suma importancia a la que todos debemos contribuir.
Tras este periodo de tres años se analizarán los resultados obtenidos mediante esta medida, de manera que podrá recalcularse la Zona de Bajas Emisiones, sus reglamentos y sus excepciones en función del resultado obtenido.
Además de la reducción directa de emisiones, la ZBE tendrá un efecto positivo en la disminución del ruido urbano, la mejora de la eficiencia energética y la recuperación de espacio público para la ciudadanía. Se prevé que estas acciones favorezcan "una ciudad más habitable, saludable y atractiva tanto para residentes como para visitantes".
Por último, han incidido en que el Ayuntamiento de Granada "reafirma con este proyecto su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, situando a la ciudad en la vanguardia de la transición ecológica en el sur de Europa".