El Amir desborda la pasión flamenca con su guitarra en La Platería
Un público entusiasta le obligó a ofrecer varios bises al término de su concierto

El Amir en la Peña de la Platería
Granada - Publicado el
2 min lectura
Una de las características que definen a un artista excepcional es estar dotado de una personalidad propia. Es el caso de El Amir, que actuó la noche del sábado en un concierto del XI Festival de la Guitarra Antonio Marín, celebrado en la Peña la Platería. Como viene siendo habitual, el cartel de no hay billetes se colgó ya por la mañana, horas antes del espectáculo.
Numerosos aficionados se desplazaron desde distintos puntos de España para asistir a este acontecimiento, atraídos no solo por la música de El Amir, sino también por el excepcional espacio en el que se desarrolló, que fue la sede de la mencionada peña, uno de los cármenes más hermosos del Albaicín, con espectaculares vistas a la ciudadela palatina de la Alhambra.
Entre los picados y la fuerza sonora
El Amir se caracteriza, además de por su genuino toque, por unos picados en la guitarra verdaderamente espectaculares; tal vez en ellos y en su fuerza expresiva radique gran parte de su originalidad. También su puesta en escena llama poderosamente la atención. El artista, francés de madre colombiana y padre palestino, afincado en España, aparece en el escenario con un pañuelo en la cabeza, al estilo de los antiguos piratas.
José Luis Bellido
Antes del concierto se proyectó un documental promovido por Pepe Zapata, en el que El Amir relataba su relación con José López Bellido, recientemente fallecido, a quien estaba dedicado el espectáculo. Son numerosas las guitarras con las que ha tocado este músico, salidas del taller del desaparecido luthier granadino, quien también aparecía en pantalla relatando algunos aspectos significativos de su biografía y revelando algunos de los secretos de su fórmula para construir grandes instrumentos.
Un programa espectacular y varios bises
El programa del recital incluía algunos de los temas de los discos de El Amir, como la rondeña Origen del Silencio, y cerraba con unas alegrías tituladas Punta y tacón. El entusiasmo del público fue tal que le obligó a ofrecer varios bises. Según declaró el propio artista —colaborador de compositores de la talla de Hans Zimmer— era la primera vez que actuaba en Granada. Tras su éxito, parece evidente que debe volver en otras ocasiones para que su indudable categoría artística continúe exhibiéndose en la capital de la guitarra española.