El Rocío más humano: una parada entre sevillanas, lágrimas y una obra social que deja huella

El cuarto día de camino de la Hermandad del Rocío de Córdoba volvió a dejar estampas difíciles de olvidar, de esas que llenan el alma y dan sentido a cada paso que separa Córdoba de la aldea. En esta jornada de domingo, algo más suave en lo meteorológico durante las primeras horas, los peregrinos afrontaron un tramo exigente, de más de 30 kilómetros, pero marcado por uno de los momentos más emotivos de todo el recorrido: la llegada al convento de las Hermanas de la Cruz, en la localidad sevillana de Fuentes de Andalucía.

Como cada año, la Hermandad cordobesa encontró allí un remanso de paz, recogimiento y emoción profunda. Las religiosas esperaban al Simpecado en el convento, y el encuentro fue, una vez más, un canto a la solidaridad, a la entrega y al compromiso cristiano. En esta edición, ese compromiso se ha materializado con una obra social muy especial: la instalación de aire acondicionado en la residencia anexa, donde las Hermanas cuidan con esmero a personas mayores. Un gesto que fue agradecido con sonrisas y lágrimas por quienes más lo necesitan.

En ese ambiente de emoción contenida, no faltó la alegría que define el Rocío. Los romeros bailaron sevillanas ante la presencia de las ancianas, que çdisfrutaron de un momento de luz y alegría compartida. Fueron instantes que quedarán grabados en la memoria de todos los presentes, cargados de humanidad, devoción y ternura.

Tras ese encuentro, la Hermandad realizó una parada en las afueras de Fuentes, donde se vivió un rato distendido de convivencia, compartiendo vivencias, alimento y descansos bien merecidos tras una mañana intensa. El tramo final llevó a los romeros hasta el punto de pernocta, al que llegaron en torno a las nueve de la noche, con el cansancio en las piernas pero el corazón repleto.

Mañana continuará el camino con la quinta jornada, de distancia similar a la vivida hoy, buscando ya el término municipal de Carmona para seguir avanzando por tierras sevillanas, con la Blanca Paloma cada vez más cerca.