Monseñor Aguirre: “La misión me ha hecho diferente; si volviera a nacer, volvería a pedirle al Señor que me enviara a Bangassou”
El obispo de Bangassou cuenta a COPE qué supone toda ayuda, y en especial la campaña de décimos de Navidad que encontramos en las oficinas de farmacia

Fran Durán entrevista a Juan José Aguirre, obispo de Bangassou
Córdoba - Publicado el - Actualizado
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La Navidad vuelve a unir a Córdoba con uno de sus hijos más generosos. Como cada año por estas fechas, el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba renueva su compromiso con la Diócesis de Bangassou, en la República Centroafricana, donde el obispo cordobés Juan José Aguirre lleva más de 45 años entregado a los más pobres.
Desde ahora, los décimos de la Lotería Solidaria de la Fundación Bangassou estarán disponibles en todas las oficinas de farmacia de la provincia, ofreciendo la posibilidad de soñar con un premio y, al mismo tiempo, ayudar a quienes más lo necesitan.
Lo recaudado permitirá financiar proyectos de salud, educación y asistencia social en una de las regiones más golpeadas por la pobreza y la violencia de África. Una iniciativa solidaria que, un año más, cuenta con la colaboración de COPE Córdoba para seguir tendiendo puentes de esperanza desde esta tierra hasta el corazón de Centroáfrica.
“Tenemos tantísimos proyectos que sacar adelante que toda ayuda es necesaria”, explicaba Monseñor Aguirre durante su conversación con COPE. El obispo señala que la clave no está solo en recibir donaciones, sino en crear estructuras autosuficientes. “Lo importante es que los proyectos lleguen a sostenerse por sí mismos. En nuestras escuelas, por ejemplo, ya son los padres de los alumnos quienes pagan y gestionan completamente su funcionamiento. Pero hasta llegar a ese punto necesitamos apoyo, y esa ayuda llega gracias a la campaña de Navidad”, detalla.
El dinero recaudado este año se destinará principalmente al quirófano San Rafael, dentro del Hospital Buen Samaritano de Bangonde, donde se atiende a cientos de pacientes con medios muy limitados. “Nos hace falta material básico que allí es imposible encontrar: campos quirúrgicos, vendas, anestesia, material para prevenir infecciones… Todo eso llega en cajas compradas con lo que se recauda en Córdoba”, explica.
Aguirre habla con serenidad, pero cada palabra lleva la huella de una vida entregada. “La misión me ha hecho diferente. Como un alfarero da forma al barro, la misión ha moldeado mi vida. Si volviera a nacer, volvería a pedir al Señor que me eligiera para gastar mi vida igual que la estoy gastando”, afirma.
Su mirada sobre la realidad de Bangassou está marcada por el sufrimiento, pero también por la esperanza. “Hoy estamos mejor que hace diez años. Entonces vivíamos una guerra civil provocada por grupos islamistas radicales. Hoy, aunque seguimos siendo pobres, hay más tranquilidad, incluso se podrán celebrar elecciones legislativas dentro de unos meses”, afirma.
En el día a día, las carencias son inmensas. “Allí mueren muchísimos niños de diarrea o paludismo. Las personas mayores lo son a los 60 años, porque desde pequeños cargan peso sobre la cabeza y acaban con las cervicales destrozadas. Pero es curioso: no hay suicidios ni apenas cáncer. Allí la vida tiene un peso social muy fuerte”, explica el obispo.
Cuando regresa a Córdoba, confiesa que el contraste le golpea. “Cada vez que vuelvo es como un puñetazo en la mandíbula. Veo cuánto se tira, cuántas quejas hay, y pienso en lo que se vive en Centroáfrica. Allí la gente se empeña por vivir, por aprovechar esta vida única que nos ha sido dada”, reflexiona.
Aguirre, que viaja dos veces al año a su tierra natal, confiesa que en esos regresos revive su memoria familiar y siente el abrazo de una ciudad que nunca lo olvida. “Recuerdo a mis padres, a mis hermanos, a mi infancia. Eso me da fuerzas para seguir”.
A sus 71 años, el obispo de Bangassou sigue siendo ejemplo de entrega y fe. Su labor inspira cada Navidad a miles de cordobeses que, con un simple décimo de lotería, pueden convertir su ilusión en ayuda concreta. Como dice él mismo: “No solo soñamos con un premio, sino con que cada vida allí tenga una oportunidad más”.