Una gaditana viaja sola a Ámsterdam, ve un pelo de hombre en la cama del hotel y vive la peor experiencia: "Las recepcionistas no podían hacer mucho más"
Una joven narra en un vídeo de TikTok la pesadilla que ha vivido al descubrir una plaga de chinches en su habitación durante su primer viaje sola a Ámsterdam
Julia Torres, en el vídeo
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Lo que prometía ser el viaje soñado para celebrar su 26 cumpleaños se ha convertido en una auténtica pesadilla. La usuaria de TikTok @_juliatorrex ha compartido en un vídeo viral la desagradable experiencia que ha vivido durante su primer viaje sola a Ámsterdam, donde descubrió que llevaba tres días durmiendo en una habitación de hotel con chinches. Su historia sirve como una seria advertencia para otros viajeros sobre un problema cada vez más común.
Unas precauciones que no fueron suficientes
La joven gaditana, que ya había sufrido sarna en un viaje anterior, explica que tomó toda clase de precauciones para evitar sorpresas. Al llegar, retiró los cojines y textiles decorativos, mantuvo su maleta siempre elevada sobre un soporte para no tocar la moqueta y usó calcetines específicos para no pisar el suelo. Sin embargo, ninguna de estas medidas impidió lo que estaba por venir.
¡Chinches!
La primera señal de alarma apareció la noche inicial, cuando encontró en las sábanas blancas "un pelo que no era mío, era corto". La joven pensó: "Esto es un pelo de hombre, mío no es", y aunque la situación le incomodó, lo atribuyó a un descuido y solicitó un cambio de sábanas a la mañana siguiente, que el personal del hotel realizó sin problema.
Esto es un pelo de hombre, mío no es"
Gaditana de viaje en Países Bajos
La aparición de las chinches y una noche de pesadilla
Poco después, la situación empeoró. Julia se despertó con unas extrañas ronchas en el estómago y, al día siguiente, los picores se extendieron a los brazos. Su mente entró en pánico y, tras una búsqueda con la linterna del móvil, vio la primera chinche en la almohada. El pánico fue total cuando, mientras llamaba a su novio para contarle lo sucedido, apareció una segunda.
Eran las dos de la mañana cuando bajó a recepción. La única solución que le ofrecieron fue un cambio de habitación. Tuvo que hacer la maleta a toda prisa, consciente de que su ropa podía estar infestada, y trasladarse a otra estancia que, según describe, tenía la "moqueta sucia" y le daba "fatiga". Pasó la noche "con un ojo abierto", temiendo qué podría encontrar al despertar.
El terror no había terminado. A la mañana siguiente, encontró una tercera chinche, esta vez en el cuarto de baño de la nueva habitación. Esto confirmó sus peores sospechas: o se la había llevado consigo en sus pertenencias o el hotel tenía un problema generalizado de chinches en más de una planta.
La decepcionante respuesta del hotel
Con las pruebas en vídeo, la joven bajó de nuevo a recepción. La respuesta del personal fue entregarle un vale para un desayuno gratuito y una dirección de correo electrónico para que expusiera el caso a la gerencia. La afectada lamenta la falta de soluciones efectivas en el momento, aunque reconoce que "las recepcionistas allí no podían hacer mucho más".
Las recepcionistas allí no podían hacer mucho más"
Gaditana de viaje en Países Bajos
A su regreso a España, Julia ha iniciado un exhaustivo protocolo de desinfección para evitar que los insectos entren en casa. Ha lavado toda su ropa a 90 grados y con programas de vapor, ha comprado una vaporeta de casi 50 euros para tratar la maleta y el colchón, y ha mantenido sus enseres en bolsas de plástico fuera de su dormitorio.
Pese a todos sus esfuerzos, la joven muestra las numerosas picaduras que cubren sus brazos, manos, piernas y cuello, algunas de las cuales aparecieron días después, ya en su casa. La preocupación por si alguna chinche ha llegado a su hogar le ha provocado una situación de "locura" y obsesión, buscando constantemente nuevas marcas en su piel.
Finalmente, la gerencia del hotel contactó con ella por email y le ofreció el reembolso del 50% de la estancia, una compensación que ha decidido aceptar para no alargar más el conflicto. Su testimonio concluye con una advertencia clara a otros viajeros: "Si crees que no te puede pasar, te puede pasar. No importa las precauciones que tengas".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.