Un año de la DANA en Almería: la odisea de Mercedes para volver a levantar su invernadero

Se cumple un año de la virulenta DANA que, en la noche del 28 de octubre de 2024, asoló el poniente almeriense. Una granizada acompañada de lluvia y viento con epicentro en El Ejido afectó a más de 5.000 hectáreas de invernaderos, con granizos del tamaño de pelotas de golf que rompieron plásticos y techos. Los daños económicos totales se estimaron en más de 200 millones de euros.

La historia de Mercedes: un año de lucha y soledad

La historia de Mercedes, una de las agricultoras afectadas, se ha convertido en un reflejo de la situación. En Mediodía COPE Almería nos ha contado que la DANA destrozó su invernadero con plantaciones de tomate y la obligó a mandar al paro a cinco de sus trabajadores, de los que solo ha podido recuperar a dos. Para volver a levantar la explotación, hasta el momento, lleva gastados 430.000 euros, sin contar los 200.000 que perdió por la catástrofe.

Las ayudas, asegura, no se corresponden con el nivel de destrucción. "Del invernadero que tengo enfrente ahora mismo, que tengo puesto tomate, me dieron 1.000 euros", lamenta. Explica que el invernadero "se quedó sin bandas, sin telas, sin plástico. Los goteros tocados, porque el granizo fue tan grande que agujereó las gomas de gotero".

Ese sentimiento de abandono ha sido una constante durante este año. "Pues nos sentimos solos, solos, nos sentimos solos y, pues impotentes", confiesa Mercedes. Recuerda la dureza de los días posteriores a la DANA, cuando tuvo que ponerse "a recoger tomates, 47 contenedores de 5.000 kilos del suelo, y nadie se pasó por la finca".

Ayudas a cuentagotas y un futuro incierto

Tras declararse la zona catastrófica, el Gobierno anunció ayudas para los damnificados. Sin embargo, según Mercedes, la realidad es otra. "Recibimos 25.000 euros del gobierno, pero eso ha sido con cuentagotas", afirma, y añade que, aunque ella sí los ha recibido, "la mayoría de los agricultores no".

Falta mano de obra para hacer invernaderos"

Mercedes, agricultora afectada por la DANA.

Por si fuera poco, a la lentitud de las ayudas se suma un nuevo obstáculo: la falta de mano de obra para la reconstrucción. "Hay mucha gente igual que yo, entonces, pues, falta mano de obra para hacer invernadero", explica. La desesperación es palpable en su ruego a su constructor: "Le he dicho, digo, mira, Juan, por favor, termíname, que no puedo plantar otro invernadero, yo vivo de esto".