El Almería tenía la oportunidad de ponerse a cinco puntos del Mallorca y, por tanto, aumentar algo sus opciones de ascenso directo a la Liga Santander. Era la posibilidad que se le había presentado tras la derrota del segundo clasificado ante el Castellón. Pero ha sido agua. Los de José Gomes no han podido lograr el triunfo. Se han tenido que conformar con un empate (1-1) para dejar la desventaja en siete puntos. Cuando quedan siete jornadas por disputar todavía. Es decir, 21 puntos en juego. Poco o suficiente. Lo dirá el futuro. Lo único cierto es que son ya siete las citas ligueras consecutivas, desde que el equipo se aupó a la zona de ascenso directo, en las que la UDA tan solo ha logrado un triunfo. Seis de 21. Lo que le ha dado para perder sus opciones. Y eso que el cuadro insular no está en su mejor momento. Todo lo contrario que un Espanyol que ha logrado, con el punto de esta noche en Almería, mantener su ventaja de 10 unidades con el Almería y aumentar a tres la que tiene con el segundo. Vamos, que solamente una hecatombe le impediría lograr el billete de vuelta a la máxima categoría del fútbol español.

Números y sensaciones como las que cantaba Fran Perea en la sintonía de Los Serrano. Uno más uno son siete, decía. Un punto del Almería que lo deja a siete, con siete partidos por delante. Más o menos, 'yo ya sabía que aquel día era el final'. El de pensar, o soñar, con el ascenso directo. Como si se estuviera 'en un andén de la estación', creyendo en lo que podía pasar y que al final, no pasó en esta noche almeriense.

POR FIN LA SUERTE TRAE UN AS

Tras la derrota del Mallorca en Castellón, el que más y el que menos veía más cerca 'un rascacielos del cielo de Nueva York'. Pero no es exclusivo para lograr el gran premio. Se puede jugar a 'rojo, negro, par o impar'. Hay muchas combinaciones posibles. Lo importante es que 'por fin la suerte trae un as'. Como pudo ser el penalti parado por Makaridze a RDT. Era el posible 1-2. Salió cara para los rojiblancos.

Cierto es que no sirvió para ganar. Pero sí para no perder y lograr un punto ante el líder que llevaba cinco victorias seguidas. Para hacerles ver que, jugando como ante el Espanyol, deben llegar mejor al playoff y tener más opciones que la pasada campaña en su intento por estar, dentro de unos meses, en la Liga Santander. En la que todos quieren poner su 'cara sonriendo en una foto de carnet'.

Nada está 'hecho de casualidad'. Después de años logrando la permanencia en la última jornada, a lo que tenía acostumbrado el Almería de Alfonso García desde 2014, 'nadie me dijo que el destino daba esta oportunidad'. Porque '¿cuántos años llevo aquí? ¿Cuántos me pueden quedar' en esta Liga SmartBank?, se repiten una y otra vez en el seno del Almería. Buscan saber 'el precio exacto de la felicidad'. El que dará subir a Primera.. después de siete años con más sinsabores que alegrías.