Después de sumar cuatro puntos de los últimos seis, recortando distancia ante los equipos de ascenso directo, el Almería era, de los cuatro primeros clasificados, el primero que jugaba en esta nueva jornada. Por lo tanto, perfecto, en teoría, para poder meterles presión a Cádiz (líder), Huesca (segundo) y Zaragoza (tercero). Además, tras estar casi una semana entera sin moverse de casa. Al jugar, tanto el miércoles como este sábado, en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Habiendo ganado, en el anterior partido, en el último minuto. Rompiendo, de esa manera, la mala racha que les perseguía como local, durante toda la temporada y agravada en la vuelta tras la Covid-19. Todo a su favor para poder dormir en la segunda posición, superando, aunque fuera de manera momentánea, a Huesca y Zaragoza, además de empatar a puntos con el Cádiz, que jugaba después frente al Real Oviedo.

Y así dio la sensación cuando, a los siete minutos, el Almería ya se había puesto por delante en el marcador. Darwin Núñez rompía su racha de cinco partidos sin marcar (no lo hacía desde el tanto logrado en Albacete en la vuelta a la competición). El tanto del delantero uruguayo era la jugada buscada por el Almería. Balón perdido por Luis Milla (en su único error) en el centro del campo. José Carlos Lazo que levanta la cabeza y ve a Darwin acelerando. Pase milimétrico y el charrúa que supera a Alberto en carrera (como debe hacer con todos los defensas de la categoría. Se planta delante de Ortolá y su zapatazo no encuentra respuesta en el cancerbero insular. Gol y la UDA que se coloca en el segundo puesto.

PARTIDO DE CARA PARA LA UDA

Parecía que lo más difícil estaba hecho para el Almería. Porque el Tenerife lleva muchos meses sin remontar un partido. Porque los insulares deberían arriesgar más y, por tanto, dejar huecos atrás. Y así fue. Otro balón adelantado para el uruguayo lo metió dentro del área. Pero, en esta ocasión, no fue egoísta. Más bien, fue generoso. Vio que llegaba por la izquierda Lazo. Ortolá no estaba en su portería. El balón fue para el gaditano. Y cuando parecía ya subir al marcador el 2-0, el ya exjugador del Getafe le pegó tan fuerte a la bola que envió su remate muy desviado.

Podría parecer una jugada más y que el segundo caería más pronto que tarde. Con lo que no se contaba era con un penalti a favor del Tenerife. El remate de Aitor Sanz desde la frontal, tras un córner lanzado por Luis Milla, se estrelló en el brazo de Fran Villalba. Sagués Oscoz lo vio muy claro y no tuvo ninguna duda. 11 metros. Luis Milla que sigue con su racha desde el punto fatídico y 1-1.

DUEÑO DEL JUEGO

En la segunda parte, el Almería fue dueño del juego y, sobre todo, de las ocasiones. Pero la ansiedad les llevó a desperdiciarlas todas y cada una de las que dispusieron. Todas dentro del área. Todas más 'sencillas' de marcar que de fallarlas. Pero ninguna fue gol. Darwin Núñez, Juan Muñoz, Fran Villalba, Corpas... todos erraron.

Lo que daba vida al Tenerife que lo único que podía hacer era defender el empate. Hasta que, en el minuto 90, Iván Balliu vio la roja por una entrada a LuisMilla cerca del área canaria. El colegiado señaló la falta y amonestó al internacional por Albania. Pero Muñiz Ruiz (que estaba en el VAR) le dijo que revisara la jugada en el monitor. Allí fue el vasco y, después, expulsó al lateral derecho. Que se perdió los últimos minutos y, como mínimo, se perderá la cita del próximo jueves en Montilivi ante el Girona. En tierras catalanas no se sabe lo que pasará. Esta noche sí. Porque su salida del campo descolocó al Almería. Ya no se podían hacer más cambios. Corpas se había ido minutos antes. Así que Fran Villalba fue el 'llamado' para colocarse en dicha demarcación.

Y llegó el gol del Tenerife. Los de Rubén Baraja buscaron la contra definitiva y les salió de cine. Culminada por Bermejo, en el área, para marcar el segundo gol insular y llevarse los tres puntos.

Para dejar a la UDA con la sensación de haber visto el regalo que le preparaban para este sábado. De abrirlo. De gustarle. Pero que, cuando lo tenía en su poder, se le cayó al suelo y se rompió. Falta ver si hay arreglo posible, se puede descambiar por otro igual o, directamente, hay que buscar otro distinto... y si llegará a tiempo.