Josep María Bartomeu, expresidente del Barcelona entre 2014 y 2020, ha concedido una entrevista a ABC en la que habla de la relación que el club tenía con Enríquez Negreira durante su etapa como máximo mandatario. Fue en esa época, concretamente en 2018, cuando el Barça puso fin a unos pagos al exvicepresidente del CTA que llevaban vigentes desde al año 2003 y que ahora están siendo investigados por la Fiscalía.

Un año después, en 2019, tal y como revelaba El Mundo, Enríquez Negreira llegó a enviar un burofax a Bartomeu en el que le 'amenazaba' con que "saldrán todas las irregularidades". Según el documento publicado por este diario Negreira le pidió al entonces presidente del Barcelona una reunión urgente después de que este cesara los pagos a su empresa Dasnil como asesora y le aseguró que habría "actuaciones judiciales" y "escándalos" que perjudicarían al club si las "cosas no se arreglan".

"Yo estoy muy tranquilo porque fui el que cortó este servicio", deja claro Bartomeu en ABC. "Yo no tengo trato con el señor Enríquez Negreira y nunca me he reunido con él. Habremos coincidido alguna vez en la Federación, pero lo único que hemos cruzado ha sido un saludo. Nunca me reuní con él, salvo que para este señor cruzarnos en un pasillo sea mantener en encuentro", añade.

Posteriormente recuerda el episodio del burofax recibido en 2019: "Recuerdo que me llegó, pero no le hice ni caso. Lo remití inmediatamente a los servicios jurídicos del club y nunca más se supo. No sé qué hicieron porque me desentendí del tema. Y evidentemente, nunca me reuní con el señor Negreira. Este burofax es de 2019, pero en marzo y abril de 2018, cuando pusimos fin a la relación que el Barça mantenía con su empresa, me llamó diciéndome que jugábamos con el dinero de su familia... El club no jugaba con el dinero de nadie, simplemente dejó de contar con los servicios de su hijo, que era el que hacía los informes porque se decidió que a partir de entonces los haría un departamento interno del club. Y ya no hablé más con él ni tuve más noticias hasta que llegó el burofax Cuando pasó el episodio de la llamada, su hijo nos dijo que no pasaba nada y que no le hiciéramos caso".

En cuanto a los motivos por los que se decidió poner fin a la relación con Dasnil 95, Bartomeu apunta que fue porque "en 2018 se inició una época de recortes para sanear la economía del club. Pep Segura, entonces manager general de fútbol de club, y Oscar Grau, director general, me comentan que este servicio costaba mucha pasta y se decidió anularlo".

Se desmarca también de la relación con el hijo de Enríquez Negreira: "Yo no sabía quién era Javier Enríquez hasta que un día me lo presentan en el palco del Camp Nou, pero no sabía que era hijo del vicepresidente del CTA. Era 2015 y solo me dicen que era la persona que hacía los informes, le saludo y le digo que los técnicos están muy contentos con su trabajo. Y ya está", explica.

El expresidente azulgrana ha negado también que a través de este acuerdose estuviera favoreciendo arbitralmente al Barcelona: "Parece que con este servicio estuviéramos pidiendo más penaltis a favor o que quisiéramos condicionar las decisiones de los árbitros y no es así. Este señor tenía cero poder entre los árbitros", afirma.

"Este contrato ya estaba hecho desde la época de Núñez, Gaspart y la primera etapa de Laporta. Yo ni veía las facturas porque se pasaban directamente", desvela y pone las miras sobre Laporta del que dice que "cuando llegó al club las facturas eran de cerca de 150.000 euros y cuando Sandro es nombrado presidente, estas eran de mucho más de medio millones de euros; lo único que puedo decir es que yo le corté el grifo a Negreira y Laporta le había cuadruplicado el sueldo, debería explicarlo".

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Bartomeu finaliza repitiendo que "nunca le pedimos nada a los árbitros" y desvela que él era el que se citaba con la Federación para quejarse de los arbitrajes cuando sentía que perjudicaban al equipo: "Yo me reunía con Villar y con Rubiales para quejarme. Iba personalmente a la Federación pero servía de poco porque me decían que los árbitros eran un órgano independiente...", dice y recuerda que algunas de esas quejas fueron por el gol anulado por Mateu Lahoz a Messi por un fuera de juego que no era ante el Atlético y que costó una Liga o por el gol fantasma ante el Betis. Para ellos, se apoyaba en unos informes realizados por el hijo de Enríquez Negreira: "Los informes que nos hacía eran desde el punto de vista del arbitraje. Era un documento escrito y un DVD, para todos los partidos del primero equipo y del filial. Era un análisis arbitral. Cuando tenía que ir a Madrid selo decía a Zubizarreta, Robert Fernández... el que estuviera en el cargo, y éste le pedía un vídeo a Javier Enríquez, que era el que se encargaba de hacer todos los vídeos".