El Leganés logró ante el Málaga un importante triunfo (2-0) que le permite aumentar la distancia con un rival directo por la permanencia y recuperar las buenas sensaciones. Afrontaban la cita ambos contendientes con la idea de pasar página en el calendario y triturar la correspondiente a febrero, un mes para olvidar en el que ninguno había sido capaz de ganar en partido oficial cosechando ambos cinco derrotas y en el caso del anfitrión también dos empates. Para los andaluces esa racha les supuso sumirse en lo más bajo de la tabla, mientras que su rival había iniciado un suave descenso hacia el pelotón de cola solo amortiguado por el cómodo colchón de puntos que tenía con anterioridad. Era un choque con visos de supervivencia entre quienes trataban de salir a la superficie para tomar aire y los que querían ver algo de luz a base de tirar hacia abajo de ellos.