Los beneficios de la restauración del carricerín cejudo y los humedales que transita pueden ir en provecho de "la conservación de otros hábitats y conllevar que se actúe de manera indirecta a favor de muchas otras especies, asegura el técnico de la Fundación Global Nature (FGN), Eugenio de las Heras.

De las Heras coordinó el pasado mes de mayo la solicitud al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) de inclusión de esta ave en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA), no obstante, explica en una entrevista con Efe, esta especie cumple varios de los criterios por los que debería estar catalogada como Vulnerable.

La solicitud era uno de los objetivos del proyecto LIFE Paludicola, una iniciativa que finaliza este 2021 después de cuatro años, cofinanciada por la Unión Europea y desarrollada por FGN y la Junta de Castilla y León, centrada en la conservación y restauración del carricerín cejudo y sus hábitats en España, concretamente los humedales de esta comunidad autónoma y de Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.

Es relevante porque puede actuar como especie bandera por las zonas por las que pasa, asegura de las Heras, refiriéndose a esta especie de ave paseriforme, de entre 10 y 13 gramos, que está catalogada como Vulnerable a nivel europeo y a nivel mundial por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

En la actualidad solo nidifica en cuatro países del mundo -Bielorrusia, Lituania, Polonia y Ucrania-, y en España no hay citas de reproducción de la especie, pero sí que las hay en muchos más países de Europa en los que actualmente ya no se reproduce.

Tratándose de una especie migrante que inverna en África subsahariana, el carricerín cejudo utiliza la península Ibérica como lugar de descanso y engorde para poder continuar sus viajes, afirma De las Heras, y explica que si estos humedales no estuvieran bien conservados, no podría hacer estas paradas y sería crítico para su supervivencia.

En los últimos 70 años la población de la especie ha disminuido en un 95 % y en los últimos 20 se ha reducido a la mitad; sin embargo, su catalogación como Vulnerable supondría la elaboración de un plan de conservación en España, algo muy importante, según De las Heras, para conservar una especie y ecosistemas tan relevantes para nuestro país.

La FGN lleva desde los años 90 trabajando en la conservación de humedales y en 2002 inició un proyecto LIFE con la cofinanciación de la Comisión Europea y el apoyo de la Junta de Castilla y León cuyo fin era la restauración y estudio del humedal de La Nava, un proyecto precursor del LIFE Paludicola actual que lleva desde 2017 dando continuidad a ese proyecto, con más acciones de conservación, más campañas de anillamiento científico, estudios de flora....

Después de cuatro años trabajando en la restauración del carricerín cejudo, el proyecto LIFE Paludicola llega a su fin y desde FGN han preparado un Congreso Final en el que contar y mostrar todos los resultados obtenidos durante estos años, apunta De las Heras, refiriéndose al foro digital que se celebrará del 5 al 7 de octubre como una oportunidad para evaluar con la comunidad científica, conservacionistas y el público general el estado del carricerín cejudo, a través de ponencias de investigadores y expertos mundiales en la especie.

El final del LIFE Paludicola, según De las Heras, no supone el final de las labores de conservación, más bien, el objetivo es que esas tareas y los acuerdos con agricultores y ganaderos se mantengan en el tiempo y no se limiten a los cuatro años de duración del proyecto.

Sin embargo, apostilla que lo primordial es la catalogación del carricerín como especie Vulnerable: Si alcanzamos llegar a nivel legislativo sería una medida muy buena porque aunque acabe el proyecto esa medida se continuaría en el tiempo.