Las emisiones de CO2 aumentaron en un 17,9 por ciento entre 1990 y 2017 pese al compromiso de reducirlas en un 20 por ciento, según un informe presentado este miércoles por la Fundación Renovables, que señala también que el consumo de energía subió un 55 % en ese periodo.

Unos datos que confirman la "necesidad de avanzar hacia un pacto de Estado de la energía", según el documento, titulado "Escenario, políticas y directrices para la transición energética".

"La huella ecológica de un ciudadano medio es de 3,7 hectáreas de superficie, lo que significa que estamos dilapidando el capital natural porque nuestra actividad socioeconómica está por encima de la biocapacidad del planeta", ha alertado el experto del área técnica de esa fundación, Luis Morales.

El objetivo del estudio es sentar las bases para "entablar un diálogo y procurar un consenso" que permita "implantar una nueva cultura de la energía", con vistas a conseguir que las energías renovables cubran el 100 % de la demanda energética en el año 2050.

Durante la presentación del informe, el presidente de la Fundación Renovables, Fernando Ferrando, ha defendido la creación de una "vicepresidencia de sostenibilidad" en el Gobierno que se forme como resultado de las últimas elecciones generales, que ejerza una función "transversal" conectando diversas áreas para avanzar en la materia.

Ello evitaría "contradicciones", como el hecho de que "el Ministerio para la Transición Ecológica promueva el vehículo eléctrico mientras que el Ministerio de Industria apoya el de gas". "No podemos apostar por una cosa y por la contraria", ha insistido.

Entre otras claves de la transición energética, Ferrando ha planteado recuperar para los ciudadanos "la escala del barrio" como forma de resolver problemas medioambientales y energéticos, aumentar la cohesión social y la implicación vecinal, mejorar el tejido productivo e impulsar la movilidad urbana sostenible.

Un ejemplo de los beneficios de una gestión de este tipo es de la capital del País Vasco, Vitoria, donde las necesidades personales de los ciudadanos, como bancos, hospitales o colegios entre otras, "están cubiertas a menos de quinientos metros" del domicilio habitual.

Para la Fundación Renovables, una ciudad ideal debería ser "compacta, multifuncional, diversa, sostenible, accesible y saludable" a través de la aplicación de políticas concretas, como el uso eficiente del suelo, la recuperación de la dimensión humana en los espacios públicos y el fomento de los productos de cercanía.