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"Masters de la reforma", la pesadilla de las obras desde el lunes en Antena 3
Proyecto, presupuesto y plazo son las "3 p" que marcan el rumbo de las diez parejas concursantes de "Masters de la reforma", el nuevo concurso que se estrenará el próximo lunes en Antena 3.
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Proyecto, presupuesto y plazo son las "3 p" que marcan el rumbo de las diez parejas concursantes de "Masters de la reforma", el nuevo concurso que se estrenará el próximo lunes en Antena 3.
"Las reformas han sido siempre mi gran pesadilla", declara a Efe Manel Fuentes, al frente de un espacio que lleva por bandera el reciclaje de materiales. "Animamos al espectador a reutilizar, a hacer las cosas por sí mismos", añade la maestra de obra Carolina Castedo, que se estrena ante las cámaras como jueza junto a los interioristas Pepe Leal y Tomás Alía.
El concurso se divide en tres pruebas: la primera, breve y de habilidad, sirve para elegir a los capitanes de equipo de la segunda, en la que los competidores pasan tres días viviendo en una furgoneta mientras realizan la obra.
Es entonces cuando los arquitectos y diseñadores más reconocidos de España hacen su paso por el programa para aconsejarles: "Es increíble estar con tantos arquitectos y diseñadores y ver que mi experiencia nefasta fue solo la excepción", ríe Manel Fuentes.
Divididos en dos equipos en la segunda fase, los participantes se encargan de rehabilitar un espacio distinto cada programa. Colegios rurales a punto del cierre, asociaciones de vecinos en estado de abandono o casas particulares son el objeto de reforma de estos concursantes aficionados.
Intentamos que todo tenga un fin social, que estas reformas sean de uso público", destaca Pepe Leal, ya conocido en el panorama televisivo por su participación en el formato "Reforma sorpresa".
En la fase final llegan los encargos; "al principio los concursantes lo toman como guía y por el camino se desvirtúa todo", comenta divertida a Efe Carolina Castedo.
En esta etapa eliminatorio, única celebrada en el plató de 2.500 metros cuadrados, las parejas se enfrentan a un cubículo que deben transformar según las indicaciones del jurado y famosos invitados como Agatha Ruiz de la Prada, Carmen Lomana o Silvia Abril.
"Valoramos la funcionalidad, pero también, y sobre todo, la capacidad de imprimirles su sello", añade Castedo.
"Sí, somos todos muy severos, pero no exigimos lo que no exigiríamos en una obra real", reconoce Alía, afirmación que refrendan sus compañeros del jurado. "Sí, severos, pero también condescendientes y comprensivos", matiza Leal.
El nivel de exigencia se refleja en el ritmo de trabajo de unos concursantes que siempre van a contrarreloj, como exige este tipo de concursos. "Muchas veces parece que no van a acabar, pero todo en la vida termina, las obras también", recalca Castedo.
Al nerviosismo del propio trabajo y la competición contra el resto de participantes se suman las tensiones internas entre parejas que comparten todas algún vínculo, ya sean matrimonios, madre e hija o hermanos gemelos.
"Cómo decoro mi casa expone lo que soy", afirma Pepe Leal en defensa de la importancia de la decoración. "La felicidad se consigue rodeado de cosas estéticas que te definan", cree Alía. "Yo reconozco que no he hecho reforma en mi casa", confiesa Castedo.
Los jueces se enfrentan a un formato ya conocido por los espectadores gracias a otros concursos como "Masterchef" o "Maestros de la costura", que comparten productora con "Masters de la reforma", Shine Iberia.
Manel Fuentes por su parte, ya curtido ante las cámaras, afronta un formato completamente distinto: "yo estoy acostumbrado al trabajo en plató, pero me apetecía probar esto y salir, tengo alma de aprendiz y voy a tenerla hasta que me muera.