La vacunación contra el coronavirus está resultando un tema abonado para todo tipo de polémicas. Una de las últimas y que afecta de lleno a la manera en que España está afrontando el problema de la pandemia es la estrategia de administrar dosis de manera reiterada a la población. La Agencia Europea del Medicamento (EMA), ha criticado esta estrategia que siguen muchos países y ha pedido que se tienda a una vacunación más anualizada, algo que permita llevar vacunas a países en vías de desarrollo donde hay una peligrosa transmisión del virus.

¿Qué estamos haciendo mal con las vacunas?

España es de los países con tasas de vacunación más elevadas y se encuentra justo en la encrucijada de decidir qué hacer ahora que casi todo el mundo tiene las dos dosis. Desde Sanidad apuestan por generalizar la tercera dosis y seguir vacunando hasta que la enfermedad remita, algo que tanto OMS como EMA rechazan. Eduardo López-Collazo es director científico del instituto de investigación del Hospital Universitario de La Paz y esta semana intervino en televisión en el programa 'Espejo Público' donde además de señalar este error de la estrategia española, apuntó a qué es lo que se debe hacer.

"Tenemos que vacunar de manera científica, tenemos que hablar de inmunidad celular", es la crítica y posterior solución que ofrece el experto, considerando que la actual estrategia no responde a criterios científicos y obvia el concepto de la "inmunidad celular". Eduardo señala que con el paso del tiempo y pese a estar vacunados, "los anticuerpos bajan muchísimo, pero la inmunidad celular se mantiene muy alta, por eso vemos mucho contagio con ómicron, pero muy poca hospitalización, UCI y fallecimientos", ha apuntado.

¿Cómo se puede medir la inmunidad celular?

Para el experto es más importante que nuestro organismo desarrolle inmunidad celular, de forma independiente al número de anticuerpos que podamos tener. Aun así, López-Collazo admite que medir esta inmunidad celular supone "un problema logístico", para el que necesitamos "expertise, tecnología y tiempo". El científico consultado por el programa ha relatado cómo desde su laboratorio se sacó "sangre de los voluntarios, para exponerla durante cinco días a una simulación con el virus y en ese momento medir varios factores".

El proceso, en palabras del mismo Eduardo "es un poco difícil para toda la población, pero tenemos que recordar que tecnológicamente se pueden hacer cosas. Si invertimos, podemos tener un kit rápido para saber la inmunidad celular en la población", una medida que podría servir para "saber quiénes necesitan realmente la vacuna y donar las demás vacunas al llamado tercer mundo, que es un polvorín de nuevas variantes", ha apuntado.

Vacunar solo a quien lo necesita para evitar problemas a largo plazo

Desde el punto de vista de este experto, y partiendo del error que se estaría cometiendo con la vacunación indiscriminada de toda la población general independientemente de su inmunidad celular, se podría "evitar la autoinmunidad", lo que supone recibir "dosis repetidas en muy poco tiempo de un mismo antígeno y que pueden provocarnos enfermedad a largo plazo", un problema ya señalado por EMA y OMS. "No soy ningún antivacunas, tengo las tres dosis puestas porque soy sanitario y no sabía que tenía inmunidad celular", se defiende el experto. Tras lo que ha apuntado que el proceso de vacunación debería realizarse de manera "más científica, sé que es difícil aprender inmunología a marchas forzadas, pero el concepto de inmunidad celular es muy importante", ha destacado

¿Cómo se obtiene la inmunidad celular?

Llegados a este punto, cabe preguntarse por cómo se obtiene esta inmunidad celular: "La inmunidad celular se obtiene por la vacunación o por la infección, pero mucho más potente por la vacunación", destaca el experto en 'Espejo Público', tras analizar las dificultades a las que se enfrentan nuestros países para saber cómo vacunar de forma "más científica".

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