La herramienta clave para el trabajo que ya han incorporado más de tres millones de españoles: ayuda a la conciliación
Las generaciones más jóvenes se consolidan como las impulsoras de esta tendencia
Una mujer teletrabajando desde casa con un ordenador portátil y un teléfono móvil
Madrid - Publicado el
3 min lectura
Cada vez hay más españoles que priorizan la conciliación entre la vida laboral y personal a la hora de elegir un empleo. Esta tendencia se ha visto impulsada por el auge de mujeres que buscan compatibilizar su carrera con el cuidado familiar y el valor que los colectivos jóvenes -especialmente la generación millennial y la Generación Z- le dan a la flexibilidad horaria, el bienestar emocional y la posibilidad de trabajar de forma remota.
En muchos casos, ofrecen incluso valor competitivo en el mercado laboral ante empresas que apuestan por entornos más humanizados y adaptados a las necesidades del trabajador actual. En esta ecuación, hay una herramienta clave para conseguir alcanzar una mayor conciliación que cada vez está más extendida en las empresas de nuestro país: el teletrabajo.
CÓMO HA CAMBIADO LA FORMA DE TRABAJAR GRACIAS A ESTA TENDENCIA
El teletrabajo ha dejado de ser una solución temporal para convertirse en un modelo defendido por los profesionales españoles, y la modalidad preferida sobre todo por las generaciones más jóvenes. Ya sea en formato híbrido o completamente en remoto, se ha consolidado como una realidad establecida entre los profesionales españoles. Según una encuesta de Zoom sobre el trabajo remoto, más de la mitad de las personas que trabajan en España (55,4%) seguirá teletrabajando en verano.
Un hombre joven teletrabajando desde casa
Este dato confirma la consolidación de modelos híbridos más allá del contexto pandémico y la posterior vuelta a la oficina que muchas empresas han puesto en marcha. Además, datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que aproximadamente un 14,6% de la población ocupada, cerca de 3,2 millones de personas según la Encuesta de Población Activa, teletrabaja de forma habitual u ocasional.
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Sin embargo, los hábitos de teletrabajo varían entre generaciones. Sobre teletrabajar un día a la semana, son los Los 'baby boomers' (nacidos entre 1945 y 1964) quienes más optan por ella (hasta un 50%), seguidos de cerca por la llamada Generación Z (que corresponde a los nacidos entre 1995 y 2009), con un 45,15%, y los 'millennials' (nacidos entre 1982 y 1994), con un 41%.
Por otro lado, en cuanto a teletrabajar dos veces por semana, la Generación Z lidera el ranking con un 26,45%, seguida de 'millennials', con casi un 24% y los 'baby boomers', con un 22,8%. Este patrón evidencia cómo la Generación Z apuesta por un mayor número de días de teletrabajo, reflejando sus expectativas de flexibilidad y equilibrio entre vida personal y profesional.
MÁS TIEMPO, MENOS ESTRÉS
Uno de los beneficios más evidentes del teletrabajo es la eliminación de los desplazamientos diarios, lo que supone un importante ahorro de tiempo y dinero, además de reducir el estrés asociado al tráfico o al transporte público. Además, muchos trabajadores reportan una mayor conciliación entre la vida laboral y personal, ya que pueden organizar su jornada con mayor libertad. Esto, en muchos casos, ha derivado en una mejora de la productividad y del bienestar general.
También es un punto a favor para las empresas, que pueden reducir gastos en oficinas, suministros y servicios, además de acceder a talento que no vive necesariamente cerca de su sede física. Sin embargo, no todo son ventajas. El teletrabajo también ha sacado a la luz varios inconvenientes. Uno de los más comunes es el aislamiento social, ya que la falta de interacción presencial puede afectar la comunicación con los compañeros y el sentido de pertenencia a un equipo.
Otro de los grandes retos es la difícil desconexión digital. Trabajar desde casa puede hacer que los límites entre la jornada laboral y el tiempo personal se diluyan, generando una sensación constante de estar “siempre conectado” y, a largo plazo, fatiga o agotamiento. A esto se suman otros obstáculos como problemas técnicos, falta de ergonomía en casa o dificultades para gestionar el tiempo de forma eficaz.
Una madre con sus hijos teletrabajando desde casa